Page 10 - San Miguel 2024 mayo
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u  «una de las mayores injusticias del mundo contempo-      «Entre todos los delitos que el hombre puede co-
        ráneo consiste precisamente en esto: en que son re-  meter contra la vida, el aborto asistido presenta carac-
        lativamente pocos los que poseen mucho, y muchos     terísticas que lo hacen particularmente grave e igno-
        los que no poseen casi nada. Es la injusticia de la mala   minioso […] Hoy, sin embargo, la percepción de su
        distribución de los bienes y servicios destinados ori-  gravedad se ha ido debilitando progresivamente en la
        ginariamente a todos.» (Sollicitudo rei socialis, n. 28).   conciencia de muchos. La aceptación del aborto en la
        Además, sería ilusorio hacer una distinción superficial   mentalidad, en las costumbres y en la misma ley es
        entre “Países ricos” y “Países pobres”. Benedicto XVI   señal  evidente  de una  peligrosísima crisis del  senti-
        ya reconoció, de hecho, que «la riqueza mundial cre-  do moral, que es cada vez más incapaz de distinguir
        ce en términos absolutos, pero aumentan también las   entre el bien y el mal, incluso cuando está en juego el
        desigualdades. En los países ricos, nuevas categorías   derecho fundamental a la vida. Ante una situación tan
        sociales se empobrecen y nacen nuevas pobrezas. En   grave, se requiere más que nunca el valor de mirar
        las  zonas  más pobres, algunos  grupos gozan  de  un   de frente a la verdad y dellamar a las cosas por su
        tipo de superdesarrollo derrochador y consumista,    nombre, sin ceder a compromisos de conveniencia o
        que contrasta de modo inaceptable  con situaciones   a la tentación de autoengaño. A este propósito resue-
        persistentes de miseria deshumanizadora (Caritas in   na categórico el reproche del Profeta: “¡Ay, los que
        veritate, n. 22).                                    llaman al mal bien, y al bien mal!; que dan oscuridad
                                                             por luz, y luz por oscuridad” (Is 5, 20).
                            La guerra                            Precisamente en el caso del aborto se percibe la
            Otra tragedia que niega la dignidad humana es la   difusión de  una  terminología  ambigua,  como la  de
        que provoca la guerra, hoy como en todos los tiem-   “interrupción del embarazo”, que tiende a ocultar su
        pos: «guerras, atentados, persecuciones por motivos   verdadera  naturaleza  y a atenuar  su gravedad  en la
        raciales o religiosos, y tantas afrentas contra la digni-  opinión pública. Quizás este mismo fenómeno lingüís-
        dad humana […] van “multiplicándose dolorosamente    tico  sea  síntoma  de  un  malestar  de  las  conciencias.
        en muchas regiones del mundo, hasta asumir las for-  Pero ninguna palabra puede cambiar la realidad de las
        mas de la que podría llamar una ‘tercera guerra mun-  cosas: el aborto asistido es la eliminación deliberada
        dial en etapas’”» (Mensaje en la 49ª Jornada mundial   y directa, como quiera que se realice, de un ser hu-
        por la Paz, 1 enero 2016).                           mano en la fase inicial de su existencia, que va de la
            Con su estela de  destrucción y dolor, la  guerra   concepción al nacimiento» (S. Juan Pablo II, Cart. enc.
        atenta contra la dignidad humana a corto y largo pla-  Evangelium vitae, n. 58).
        zo: «incluso reafirmando el derecho inalienable  a la    Los niños que van a nacer «son los más indefen-
        legítima defensa, así como la responsabilidad de pro-  sos e inocentes de todos, a quienes hoy se les quiere
        teger aquellos cuya existencia está amenazada, debe-  negar su dignidad humana a cuenta de hacer con ellos
        mos admitir que la guerra siempre es una “derrota de   lo que se quiera, quitándoles la vida y promoviendo
        la humanidad”. Ninguna guerra vale las lágrimas de   legislaciones para que nadie pueda impedirlo» (Fran-
        una madre que ha visto a su hijo mutilado o muerto;   cisco, Exhort. ap. Evangelii gaudium, 213).
        ninguna guerra vale la pérdida de la vida, aunque sea
        de una sola persona humana, ser sagrado, creado a               La maternidad subrogada
        imagen y semejanza del Creador; ninguna guerra vale      La Iglesia, también, se posiciona en contra de la
        el envenenamiento de nuestra Casa Común; y ninguna   práctica de la maternidad subrogada, mediante la cual
        guerra vale la desesperación de los que están obliga-  el niño, inmensamente digno, se convierte en un mero
        dos a dejar su patria y son privados, de un momento a   objeto. A este  respecto, las palabras del Papa  Fran-
        otro, de su casa y de todos los vínculos familiares, de   cisco son de una claridad única: «el camino hacia la
        amistad, sociales y culturales que se han construido, a   paz exige el respeto de la vida, de toda vida huma-
        veces a través de generaciones».                     na, empezando por la del niño no nacido en el seno
                            El aborto                        materno, que no puede ser suprimida ni convertirse
                                                             en un producto comercial. En este sentido, considero
            La Iglesia no cesa de recordar que «la dignidad de   deplorable la práctica de la llamada maternidad subro-
        todo ser humano tiene un carácter intrínseco y vale   gada, que ofende gravemente la dignidad de la mujer
        desde el momento de su concepción hasta su muer-     y del niño; y se basa en la explotación de la situación
        te natural. Precisamente la afirmación de tal dignidad   de necesidad material de la madre. Un hijo es siempre
        es el presupuesto irrenunciable para la tutela de una   un don y nunca el objeto de un contrato. Por ello, hago
        existencia  personal  y social,  y también  la  condición   un llamamiento para que la Comunidad internacional
        necesaria para que la fraternidad y la amistad social   se comprometa a prohibir universalmente esta prác-
        puedan realizarse en todos los pueblos de la tierra».   tica» (Francisco, Discurso a los miembros del Cuerpo
        Sobre la base de este valor intangible de la vida huma-  Diplomático acreditado ante  la Santa  Sede  para la
        na, el magisterio eclesial se ha siempre pronunciado   presentación de las felicitaciones por el Año Nuevo,
        contra el aborto. Al respecto escribe san Juan Pablo II:   8 enero 2024).



        10     SAN MIGUEL  mayo-junio-julio 2024                                      www.revistasanmiguel.org
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