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religiosa con Dios pasa por la defensa de los débiles con Dios», (Gaudium et spes, 19)destinada a durar por
y necesitados:«proteged al desvalido y al huérfano, siempre. De este modo, «la dignidad [de la vida huma-
haced justicia al humilde y al necesitado, defended al na] no sólo está ligada a sus orígenes, a su procedencia
pobre y al indigente, sacándolos de las manos del cul- divina, sino también a su fin, a su destino de comunión
pable» (Sal 82, 3-4). con Dios en su conocimiento y amor. A la luz de esta
El Nuevo Testamento verdad san Ireneo precisa y completa su exaltación del
hombre: “el hombre que vive” es “gloria de Dios” pero
Él mismo se identifica con sus hermanos más pe- “la vida del hombre consiste en la visión de Dios”» (S.
queños: «cada vez que lo hicisteis con uno de estos, Juan Pablo II, Cart. enc. Evangelium vitae, n. 38).
mis hermanos más pequeños, conmigo lo hicisteis»
(Mt 25, 40). En el lenguaje bíblico, los “pequeños” no
son sólo los niños por edad, sino los desvalidos, los
más insignificantes, los marginados, los oprimidos,
los descartados, los pobres, los marginados, los ig-
norantes, los enfermos, los degradados por los gru-
pos dominantes. El Cristo glorioso juzgará en función
del amor al prójimo, que consiste en haber asistido
al hambriento, al sediento, al forastero, al desnudo,
al enfermo, al encarcelado, con los que él mismo se
identifica (cf. Mt 25, 34-36).
Para Jesús, el bien hecho a todo ser humano,
independientemente de los lazos de sangre o de re-
ligión, es el único criterio de juicio. El apóstol Pablo
afirma que todo cristiano debe comportarse según las
exigencias de la dignidad y el respeto de los derechos
de todos los seres humanos (cf. Rm 13,8-10), según el
mandamiento nuevo de la caridad (cf. 1 Co 13, 1-13). El Papa Francisco y el cardenal Fernández
Los tiempos actuales Algunas violaciones graves
En nuestros días, el término “dignidad” se utiliza a la dignidad humana
principalmente para destacar el carácter singular de la Queriendo señalar algunas de las muchas vio-
persona humana, inconmensurable con respecto a los laciones de la dignidad humana en nuestro mundo
demás seres del universo. Dentro de este horizonte, contemporáneo, podemos recordar lo que el Concilio
se entiende la forma en que se utiliza el término digni- Vaticano II enseñó a este respecto. Hay que reconocer
dad en la Declaración de las Naciones Unidas de 1948, que se opone a la dignidad humana «cuanto atenta
donde se habla de «la dignidad intrínseca y de los de- contra la vida – homicidios de cualquier clase, geno-
rechos iguales e inalienables de todos los miembros cidios, aborto, eutanasia y el mismo suicidio delibera-
de la familia humana». Sólo este carácter inalienable do». ” (Gaudium et spes, n. 27). Atenta además contra
de la dignidad humana permite hablar de los derechos nuestra dignidad «cuanto viola la integridad de la per-
del hombre. sona humana, como, por ejemplo, las mutilaciones,
Para aclarar aún más el concepto de dignidad, es las torturas morales o físicas, los conatos sistemáticos
importante señalar que la dignidad no es concedida a para dominar la mente ajena». ” (Ibidem).
la persona por otros seres humanos, sobre la base de Y finalmente «cuanto ofende a la dignidad huma-
determinados dones y cualidades, de modo que po- na, como son las condiciones infrahumanas de vida,
dría ser eventualmente retirada. Si la dignidad le fue- las detenciones arbitrarias, las deportaciones, la escla-
se concedida a la persona por otros seres humanos, vitud, la prostitución, la trata de blancas y de jóvenes;
entonces se daría de manera condicional y alienable, o las condiciones laborales degradantes, que reducen
y el significado mismo de la dignidad (por muy digno al trabajador al rango de mero instrumento de lucro,
de gran respeto que sea) quedaría expuesto al riesgo sin respeto a la libertad y a la responsabilidad de la
de ser abolido. En realidad, la dignidad es intrínseca a persona humana». (Ibidem).
la persona, no conferida a posteriori, previa a todo re-
conocimiento y no puede perderse. Por consiguiente, El drama de la pobreza
todos los seres humanos poseen la misma e intrínse- Sin pretender ser exhaustivos, a continuación lla-
ca dignidad, independientemente del hecho sean o no mamos la atención sobre algunas violaciones graves
capaces de expresarla adecuadamente. de la dignidad humana que son de especial actuali-
Tras la creación y la encarnación, la resurrección dad. Uno de los fenómenos que más contribuye a ne-
de Cristo nos revela un ulterior aspecto de la dignidad gar la dignidad de tantos seres humanos es la pobreza
humana. En efecto, «la razón más alta de la dignidad extrema, ligada a la desigual de la distribución de la
humana consiste en la vocación del hombre a la unión riqueza. Como ya fue subrayado por san Juan Pablo II, u
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