Page 24 - San Miguel 2024 enero
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u de Siena dice a los que se escandalizan y se rebelan   to de carecer de todo, nada nos falta, por lo menos
        por lo que les sucede: «Todo procede del amor, todo   en cuanto a lo necesario. Admiro cada día a la divina
        está ordenado a la salvación del hombre, Dios no hace   Providencia, que tiene a bien servirse de los pobres
        nada que no sea con este fin». Y santo Tomás Moro,   mortales para realizar algún pequeño bien».
        poco antes de su martirio,                               Al final de su vida, la madre dice a sus hijas: «Que-
        consuela a su hija: «Nada                            ridas hermanas, permaneced siempre fieles al estado
        puede pasarme que Dios                               que habéis elegido y caminad siempre por los sende-
        no quiera. Y todo lo que Él                          ros de la regularidad, de la obediencia y de la morti-
        quiere, por muy malo que                             ficación; pero, sobre todo, haced que reine entre vo-
        nos parezca, es en realidad                          sotras la unión más perfecta». Y luego añade: «¡Oh!
        lo mejor» (cf. CEC 313). San                         ¡Cuánto me alegraría encontrarme en el Cielo con to-
        Francisco de Sales escribe                           das mis hermanas!».
        a  una  de  sus  comunican-                              El 9 de diciembre de 1771, contrae una apoplejía,
        tes, afligida  por los sufri-                        sufriendo un segundo ataque el día 13 del mismo mes.
        mientos: «Debe  arrojarse                            Expira el día 23, a los setenta años de edad. Según el
        con total abandono de su                             testimonio cabal de varias personas, en el momento
        persona en los brazos de                             en que su alma se separaba del cuerpo para entrar
        la  Providencia,  pues es la                         en el Cielo, una poderosa luz en forma de cruz brilló
        hora conveniente para ello.                          encima  del hospital.  Viendo aquello,  e ignorando  la
        Confiarse a Dios mediante                            muerte de la fundadora, una docta y distinguida per-
        la dulzura y la paz de las    La  hambruna  hacía    sona exclamó: «¡Oh! ¿Qué cruz van a tener las pobres
        prosperidades casi todos   estragos en  Montreal.  Un   Hermanas Grises? ¿Qué les pasará?».
        saben hacerlo, pero entre-  día, cuando en el Hospital
        garse a Él en medio de tor-  escaseaba el pan, Margue-             Enraizada en la Cruz
        mentas y tempestades es   rite d’Youville y sus herma-   Y sucedió que la obra de la santa fundadora, pro-
        propio de sus hijos; quie-                           fundamente  enraizada  por los trabajos de su vida y
        ro decir entregarse a Él en   nas entraron en el comedor   fertilizada  por sus méritos, recibió, mediante  su in-
        completo abandono».       y vieron varios barriles de   tercesión ante Dios, la abundancia  de la fecundidad
                                  hari-na  fina,  cuyo  origen
            La confianza  de Mar-  nunca descubrirían. La    celestial. Se extendió de ese modo desde el Atlánti-
        garita  de  Youville  produ-  Providencia acudió en su   co hasta el Océano Glacial Ártico y desde el Canadá
        cirá todavía  frutos sor-  ayuda.                    hasta el África austral, continuando en la actualidad a
        prendentes. Menos de un                              través de las comunidades religiosas procedentes de
        mes después del  incendio,  se emprende  la  recons-  la iniciativa de la madre Margarita y formadas según
        trucción del hospital. Cuatro años más tarde, en 1769,   su espíritu: las Hermanas de la Caridad del Hospital
        todo está de nuevo en su sitio, y la madre Margarita de   de Montreal («Hermanas Grises», fundadas en 1737;
        Youville  ha  disminuido considerablemente  todas  las   actualmente con unas 700 hermanas), las Hermanas
        deudas. Tras el desastre han acontecido varios prodi-  de la Caridad de San Jacinto (fundadas en 1840; ac-
        gios, como la multiplicación de un vino que se necesi-  tualmente con unas 230 hermanas), de Ottawa (funda-
        taba, en el interior de una barrica hallada bajo los es-  das en 1845; actualmente con unas 840 hermanas), de
        combros, o la presencia inexplicable de monedas en   Quebec (fundadas en 1849), de Nicolet (fundadas en
        los bolsillos de la fundadora, respuestas todas conso-  1886 y fusionadas con Montreal en 1941), de Filadelfia
        ladoras de la Providencia a la sumisión y a la confianza   (EE.UU., fundadas en 1921; actualmente con unas 180
        total de la madre. Siempre en beneficio de los pobres,   hermanas) y de Pembroke (fundadas en 1926; actual-
        para conseguirles recursos. Pronto adquiere una am-  mente con unas 180 hermanas). El papa León XIII dio
        plia propiedad, donde edifica un molino de agua; para   su aprobación solemne a la Congregación de las Her-
        ponerlo en funcionamiento, manda que se construya    manas Grises el 30 de julio de 1880.
        en los rápidos una presa de tres metros de altura y      Creemos firmemente que Dios es el dueño del
        un canal. En aquellos difíciles momentos de la historia   mundo y de la historia. En la vida eterna, conocere-
        de Canadá, mientras otros pierden el ánimo y la fé y   mos plenamente  las admirables  sendas  de  la  Provi-
        se abandonan a la desesperación, esta fundadora de-  dencia. Mientras tanto, aquí en la tierra, esos caminos
        muestra mediante sus obras las inagotables reservas   nos resultan  desconocidos, pero la Palabra  de Dios
        de la energía cristiana.                             nos asegura  que  en  todas las cosas interviene  Dios
                 A punto de carecer de todo                  para  bien  de los que  le aman  (Rm 8, 28). ¡Que  esa
                                                             actitud ilumine nuestro caminar hacia el Cielo, bajo la
            Un  año  antes  de  su muerte,  la  madre  Margarita   protección de la Santísima  Virgen María,  Madre del
        de  Youville  escribía lo siguiente:  «Somos dieciocho   Perpetuo Socorro!
        hermanas, todas achacosas, que dirigimos una casa        Rezamos a san José por todas sus intenciones, sin
        con ciento setenta personas por alimentar, y casi otras   olvidar a sus difuntos. v
        tantas por cuidar... aunque estemos siempre a pun-                                            Dom Antoine Marie osb


        24     SAN MIGUEL  enero-febrero 2024                                         www.revistasanmiguel.org
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