Page 23 - San Miguel 2024 enero
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acude transportada en una carreta sobre un colchón, y                         se ahorra para asegurar la
        le siguen las cinco compañeras y nueve pobres. El edi-                        seguridad de los pobres,
        ficio que se le encomienda se encuentra en un estado                          se construyen varios edifi-
        deplorable: las paredes están agrietadas, los tejados                         cios, se amplía el hospital
        están agujereados por todas partes, faltan 1.226 cris-                        y se termina la construc-
        tales en las ventanas... Viven allí dos hermanos Hos-                         ción de su iglesia.
        pitalarios de muy avanzada edad, sirviendo a cuatro                               Aquellas puertas se
        pobres enfermos. Contigüa al edificio hay una granja,                         abren a todas las miserias,
        apenas desbrozada, sin ganado, y que no aporta casi                           a los que son rechazados
        nada. Gracias a la ayuda de varias personas, Margarita                        en todas partes: a los epi-
        y sus compañeras enderezan poco a poco la situación,                          lépticos, a los leprosos, a
        aunque continúa siendo precaria.                                              las mujeres de mala vida
            La idea de fusionar el hospital de Montreal con el                        que desean rehabilitarse, a
        de Quebec se va consolidando entre los dirigentes de                          los prisioneros ingleses he-
        Canadá. Una mañana de 1751, la señora de Youville                             ridos o enfermos. En 1761,
        se entera por las voces de un pregonero que el con-                           la madre Margarita de You-
        trato de 1747 según el cual se le encomendaba la ad-     El 15 de junio de    ville funda una maternidad
        ministración del hospital ha sido abrogado y que debe   1755,  Monseigneur  de   para niños abandonados,
        ceder el lugar a las religiosas de Quebec. Pero Mar-  Pontbriand, obispo de   llegando a recoger 328 en
        garita no lo entiende así, de modo que, haciendo gala   Quebec, aprobó el nuevo   once años, buscando y pa-
        de una intrépida elocuencia, defiende su causa ante   instituto y, el 25 de agos-  gando nodrizas para esos
        las autoridades civiles y religiosas. A partir de ahora   to, Marguerite d’Youville   pobres niños.
        puede apoyarse en la opinión pública: debido a que   y sus once compañeras se     Sin  embargo,  el ciclo
        hacía cuatro años, se habia podido observar en el hos-  pusieron  el  vestido  gris   de las pruebas no ha con-
        pital el trabajo que habian  realizado sus compañeras,   y la pañoleta negra en la   cluido para  la fundadora.
        que se mostraron apacibles, buenas y misericordiosas   cabeza que habían elegido   En 1756, se inicia la  gue-
        frente a todas las miserias humanas. Además, Marga-  como traje distintivo.   rra de los Siete Años entre
        rita, llena de intuición femenina, encuentra el modo de                       Francia e Inglaterra, que se
        derribar las oposiciones: se ofrece para pagar todas   disputan desde hace tiempo el Nuevo Mundo. El con-
        las deudas, y hasta la última moneda, que el Estado   flicto acabará con la victoria de Inglaterra, ratificado en
        ha contraído en ese asunto, y esas deudas son enor-  el Tratado de París de 1763. Los males que provoca
        mes. En 1753, consigue finalmente recuperar el hos-  la guerra son muchos: hambruna y aumento de los
        pital. Dos años más tarde, el obispo erige en comu-  precios en Montreal, que se halla repleto de refugia-
        nidad religiosa a ese pequeño grupo de compañeras    dos; temor por el futuro y por la supervivencia de las
        de Margarita. Haciendo gala de espíritu de humildad y   comunidades religiosas; éxodo hacia Francia de pro-
        de perdón por las burlas que habían sufrido en los co-  tectores, de amigos o de parientes, de ahí una nota-
        mienzos de la fundación, el nombre que eligen las her-  ble reducción de ingresos a pesar de la multiplicación
        manas es el de «Hermanas Grises», y su hábito es en   de las miserias que hay que aliviar; devaluación de la
        efecto de color gris. Habían sido necesarios dieciséis   moneda, etc. Margarita de Youville y las hermanas se
        años de trabajos, de luchas tenaces, de sufrimientos   entregan al máximo de sus posibilidades.
        de toda clase hasta llegar a ese reconocimiento oficial.            «Tranquilizaos... »
                  Una actividad desbordante                      Pero  otra  catástrofe  las  alcanza:  el  incendio  del
            Margarita de Youville  pone manos a la obra para   18 de mayo de 1765, que, tras devorar más de cien
        que el hospital alcance el auge que se merece. Acoge   casas de la ciudad de aquel entonces, se dirige hacia
        a señoras en régimen de internado; junto a sus hijas,   el  hospital,  lo  hace  desaparecer  y  deja  en  la  calle  a
        emprenden toda suerte de tareas de costura: ropa     118 personas. En medio de aquella desesperada situa-
        para las tropas del rey, vestimentas para los indios o   ción, la madre Margarita de Youville extrae de su fé el
        adornos para los jefes de las tribus. Se lanzan a la pro-  valor de reanudar el trabajo de la manera más senci-
        ducción de hostias y de cirios, a la restauración de una   lla del mundo. Empieza reuniendo a sus asombradas
        cervecería abandonada, a la venta de cal, de piedra   hijas para decirles: «Hijas mías, vamos a dar gracias
        de cantera, de arena... Todos los pobres del hospital   a Dios por la cruz que acaba de mandarnos rezando
        que pueden ayudar se mantienen ocupados en algún     el Te Deum (oración de acción de gracias)». Tras lo
        trabajo útil. Se acondicionan pastos para los animales   cual, levantándose de pie, pronuncia las siguientes pa-
        en la restaurada granja de la Pointe-Saint-Charles; se   labras, inspiradas del Cielo:  «Tranquilizaos, la casa ya
        pone a la disposición del público un barco para via-  no arderá más».
        jes y excursiones, en beneficio del hospital. Todas      La actitud de santa Margarita de Youville ante ese
        esas actividades terminan produciendo sus frutos: se   desastre es un ejemplo heroico de fé en la divina Pro-
        liquidan  por completo las deudas  de los hermanos,   videncia,  a  quien  nada  se  le  escapa.  Santa  Catalina  u


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