Page 18 - San Miguel 2024 enero

u dra edificaré mi Iglesia” (Mt 16,18). Después de la re-
surrección, confirmó la autoridad de Pedro sobre la
Iglesia diciéndole: “Apacienta mis corderos, apacien-
ta mis ovejas” (Jn 21,15-17).
4. Por último, prometió permanecer para siempre
con la Iglesia que había fundado.
Si la muerte de Nuestro Señor sólo hubiera he-
cho bien a algunas personas que vivían entonces en
Judea, sus méritos habrían sido muy limitados. Pero
sólo podría hacer bien a las generaciones futuras si
existiera una organización con autoridad para trans-
mitir sus enseñanzas y preservarlas en el tiempo.
Esta es su Iglesia.
¿Por qué fundó Jesucristo la Iglesia? Jesucristo
fundó la Iglesia para conducir a todos los hombres a
la salvación eterna. Nuestro Señor Jesucristo fundó
la Iglesia para conducir a los hombres al cielo:
a. Continuando su enseñanza y su ejemplo; y
b. Aplicando los frutos de su sacrificio en la cruz a
todos los hombres hasta el fin del mundo.
Nuestro Señor dio a la Iglesia una triple función:
de maestro, de sacerdote o santificador, y de pastor Cristo entrega las llaves a San Pedro, de Pietro
o líder. Por medio de estas funciones, Cristo quiso Perugino (1481-82), Capilla Sixtina, Vaticano
que su Iglesia cumpliera el fin para el que la fundó.
2. Después del domingo de Pentecostés, los muy visible. No aconsejaban; dirigían, como superio-
Apóstoles comenzaron a cumplir su misión: hacer res, y decidían, como jueces. Así excomulgó San Pa-
discípulos de todas las naciones. A través de ellos y blo al pecador de Corinto y así mandó a los hebreos:
de sus sucesores, esta misión continúa y continuará “Obedeced a vuestros superiores y estadles sujetos”
hasta el fin del mundo. (Hebreos 13,17).
En el primer Pentecostés, unas tres mil personas 3. Los Apóstoles y los Padres condenaron el cis-
fueron recibidas en la Iglesia tras el sermón de San ma. Este hecho implica una organización visible; pues
Pedro. Fueron los primeros miembros convertidos y ¿cómo podría haber cisma contra un cuerpo invisible?
bautizados desde la Ascensión de Nuestro Señor. San Pablo exhortaba a los Corintios: “Por el nombre
¿La Iglesia fundada por Cristo era una organiza- de Nuestro Señor Jesucristo... no haya entre vosotros
ción visible? disensiones” (1 Cor. 1, 10). Y San Cipriano, en el siglo
III, escribía: “Quien se separa de la Iglesia, se separa
La Iglesia fundada por Cristo era una organiza- de las promesas de Cristo... No puedes tener a Dios
ción visible con ciertos rasgos distintivos. por Padre si no tienes a la Iglesia por madre”.
1. Nadie puede negar que Jesucristo reunió discí- Los Apóstoles: Los primeros
pulos y eligió de entre ellos doce apóstoles, a quienes obispos de la Iglesia
dio instrucciones y órdenes especiales. Hizo de ellos
el fundamento de su organización; ¿no es verdad? ¿A quién dio Cristo el poder de enseñar, santifi-
Hablando de un hombre obstinado, dijo: “Si se car y gobernar a los miembros de su Iglesia? Cristo
niega incluso a escuchar a la Iglesia, que sea para dio el poder de enseñar, santificar y gobernar a los
vosotros como los gentiles” (Mt 18,17). Y prometió miembros de su Iglesia a los Apóstoles, los primeros
a sus discípulos: “Os aseguro que todo lo que atéis obispos de la Iglesia.
en la tierra quedará atado en el cielo, y todo lo que San Pedro fue el primer líder. Tras escapar mi-
desatéis en la tierra quedará desatado en el cielo” lagrosamente de la cárcel de Jerusalén, fundó su
(Mt 18,18). Es evidente que algo debe ser visible para cuartel general en Antioquía, donde los discípulos de
atar y desatar, para ser escuchado y obedecido. Y Cristo recibieron por primera vez el nombre de cris-
Cristo habló de esta organización visible como de tianos. Pedro realizó frecuentes viajes misioneros a
una ciudad asentada sobre un monte que no se pue- Judea, Samaria, Galilea, Asia Menor y probablemen-
de esconder (Mt 5,14). te incluso Grecia. Finalmente estableció su sede en
Roma. Pedro presidió el Concilio de los Apóstoles en
2. Desde el principio, los Apóstoles ejercieron su
autoridad y sus poderes, signos de una organización Jerusalén en el año 50 d.C. Al mismo tiempo que San
Pablo fue decapitado, San Pedro fue crucificado ca-

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