Uno de los grandes misterios de la fe cristiana –y un gran consuelo para todos nosotros– es que, a pesar de todos los errores y malas decisiones humanas (guerras, injusticias, crímenes, etc.), Dios sigue siendo dueño de la historia humana, y realiza su plan de amor, respetando la libertad humana. En otras palabras, el amor y el poder de Dios son tan grandes que puede transformar en bien lo que era intrínsecamente malo.
Tomemos el ejemplo, en la Biblia, de José quien es vendido por sus hermanos (Génesis 37). Ciertamente, fue vendido por odio y celos, lo que obviamente está mal, pero Dios se encargó de que esta acción esta acción resultara beneficiosa más tarde, ya que fue José quien más tarde se convirtió en el hombre más poderoso de Egipto, trabajando junto al Faraón, y pudo salvar a sus hermanos y a toda la tribu de Jacob de la hambruna.
Por supuesto, esto va más allá de nuestra comprensión, sin embargo lo que es imposible para el hombre es posible para Dios. Basta con confiar en Dios en todas las circunstancias porque, como dice San Pablo, « A los que aman a Dios, bien les va en todas las cosas » (Romanos 8:28).
La vida de Louis Even, fundador de Vers Demain, fundador de los Peregrinos de San Miguel (y de la revista San Miguel), cuyo quincuagésimo aniversario de fallecimiento celebramos en 2024 nos ofrece ejemplos similares. Un primer ejemplo es la expulsion de Louis Even siendo joven y hermano de la instrucción religiosa en Francia, cuando una ley anticlerical aprobada por el gobierno francés en 1903 cuyo objetivo era expulsar a todos los religiosos de Francia, hizo que sus superiores ordenaran su envío a Canadá.
Un segundo ejemplo se ilustra cuando Louis Even se vio obligado a dejar la enseñanza en la región de Montreal a causa de su sordera, en aquelle epoca la calidad de los audífonos no era la misma que en la actualidad. Fué entonces que sus superiores le encomendaron la imprenta comunitaria de Laprairie. En 1920, el Sr. Even se libera de sus votos y se incorpora a la Garden City Press de Ste-Anne de Bellevue, al oeste de Montreal.
Él y su jefe, J.J. Harpell, tenían una gran preocupación por la justicia social, y fue en ese momento, en 1934, que Louis Even descubrió la luminosa solución de la Democracia Económica (o Crédito Social), que cambiaría el curso de su vida. El Sr. Even exclamó: « Esta es una luz en mi camino, debo darla a conocer a todo el mundo ». Si Louis Even no hubiera sido enviado a Canadá, y no hubiera entrado a trabajar en la Garden City Press, nunca habría conocido el crédito social, y nunca habría fundado su movimiento de Crédito Social.
En su Providencia, Dios actúa a veces de manera misteriosa, pero hay que saber abandonarse en Él y poner nuestra confianza en Él. Un ejemplo notable de esta confianza en Dios es el de santa Teresa de Lisieux, a quien el Papa Francisco dedicó recientemente una exhortación apostólica que comienza con estas palabras: « La confianza, y nada más que la confianza, puede conducirnos al Amor ».
En un momento en que los medios de comunicación nos llenan de noticias preocupantes (guerras, dinero digital que sustituye al papel moneda, inteligencia artificial que podría utilizarse para controlar a las personas), tenemos razones para temer el futuro, e incluso paralizarnos por el miedo. Teniendo esto en cuenta, vale la pena releer lo que escribió el Papa en su Exhortación:
« La confianza plena, que se vuelve abandono en el Amor, nos libera de los cálculos obsesivos, de la constante preocupación por el futuro, de los temores que quitan la paz... » ¿Tenemos suficiente fé, confiamos plenamente en Dios, para pensar y actuar así en nuestras vidas? Otro ejemplo de confianza total en Dios y en su Divina Providencia es el de una monja canadiense, santa Margarita de Youville.
Observará que en este número se habla mucho de economía y de reforma monetaria, con el fin de acabar con el escándalo de la pobreza y conseguir que todo el mundo tenga al menos lo necesario. Esto no significa que la revista San Miguel se haya vuelto materialista –la salvación de las almas sigue siendo el principal objetivo–, sino simplemente que, si bien la suficiencia de bienes materiales no hace necesariamente virtuoso al hombre, la ausencia de bienes materiales hace imposible la práctica de cualquier virtud. De hecho, en el Libro de los Proverbios (30:8-9), leemos: « Señor, no me des pobreza ni riquezas; manténme del pan necesario; no sea que me sacie, y te niegue, y diga: ¿Quién es Jehová? O que, siendo pobre, hurte, y blasfeme el nombre de mi Dios."
El Papa Pablo VI escribió en su encíclica Populorum Progressio (párrafo 75): « Más que nadie, el que está animado de una verdadera caridad es ingenioso para descubrir las causas de la miseria, para encontrar los medios de combatirla, para vencerla intrepidamente. » Esto describe muy bien el trabajo de Louis Even, que realmente buscaba educar a la gente sobre las causas de la pobreza –el actual sistema de dinero-deuda– y los medios para combatirla –las propuestas financieras del Crédito Social, o Democracia Económica. ¡Disfruten de la lectura!