Page 3 - San Miguel 2024 marzo
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Editorial

                    2024, un año dedicado a la oración




            Cuando nos disponíamos a escribir este número,   impulso del corazón, es una simple mirada lanzada
        el Papa Francisco anunció oficialmente, durante el Án-  hacia el cielo, es un grito de gratitud y de amor tanto
        gelus del 21 de enero de 2024, domingo de la Palabra   en medio de la prueba como en medio de la alegría”.
        de Dios, el inicio de un año de oración para prepa-  Incluso diciendo, por ejemplo, Señor no sé rezar... ya
        rar espiritualmente el Año Santo, o Gran Jubileo, que   estamos rezando.
        tendrá lugar en Roma en 2025. Según el Santo Padre,      Un día, cuando Jesús terminó de orar, uno de sus
        este año debe dedicarse a “redescubrir el gran valor   discípulos le pidió: “Señor, enséñanos a orar, como
        y la absoluta necesidad de la oración. Os pido que in-  Juan enseñó a sus discípulos” (Lc 11,1). Fue entonces
        tensifiquéis vuestra oración para vivir este tiempo de   cuando  Jesús confió a  sus  discípulos y  a  su Iglesia
        gracia”.                                             la oración del Padre Nuestro, que contiene siete pe-
            El Catecismo de la Iglesia Católica tiene toda una   ticiones, entre ellas que se haga su voluntad (saber,
        sección sobre la oración, y he aquí algunos extractos   por ejemplo, cuál  es  nuestra  vocación,  qué  quiere
        para ayudarnos a comprender su importancia: La ora-  Dios que hagamos), que nos dé el pan de cada día,
        ción es la elevación del alma a Dios o la petición a Dios   que  nos perdone  como nosotros perdonamos  a  los
        de bienes convenientes (San Juan                                       demás, etc.
        Damasceno). La oración es lo que                                           Hay varias formas de oración
        nos une  a  Dios, y  el  medio de                                      recomendadas por la Iglesia, entre
        obtener  sus gracias,  porque  nos                                     ellas la lectura de los salmos o la
        permite reconocer humildemente                                         liturgia de las horas (Laudes y Vís-
        que  necesitamos su ayuda  y su                                        peras), pero la forma más accesi-
        perdón, y que sin Él no podemos                                        ble, la que incluso recomienda la
        hacer nada.                                                            Santísima Virgen María en todas
            Hay oraciones de alabanza,                                         sus apariciones, es el Rosario, o
        oraciones de acción de gracias,                                        Rosario de la Virgen María donde,
        oraciones para dar gracias a Dios,                                     en  cada  decena  del  “Ave  María”
        pero la oración fundamental es la                                      que acompaña al “Padre Nuestro”,
        oración de petición. “Pedid y reci-                                    meditamos sobre los misterios de
        biréis”, nos dice Jesús. Sin embar-                                    la vida de Jesús y de María. En es-
        go, además de pedir favores para                                       tos tiempos, esta oración es más
        nosotros mismos,  también  po-                                         necesaria que nunca.
        demos -y debemos- pedir ayuda                                              En  este  número,  seguimos
        para los demás: la paz en el mun-        En la oración, confiamos      meditando sobre los diferentes
        do, la conversión de los pecadores,     nuestros corazones a Jesús     aspectos de la vida de Louis Even,
        la liberación de las almas del purgatorio, etc. A esto se   fundador de la revista San Miguel, fallecido hace 50
        le llama oración de intercesión. Esto se conoce como   años. Toda la tierra pertenece al Señor, y si Jesús rei-
        oración de intercesión.                              na en nuestros corazones, Satanás no tendrá cabida
            La gracia de Dios puede obtenerse también a      en ella, y la justicia de Dios se cumplirá en nuestras
        través de los sacramentos, pero incluso en ausencia   acciones y en la vida en sociedad. Esto es lo que expli-
        de un sacerdote, la oración es accesible a todos, en   ca Louis Even meditando sobre el himno “Queremos a
        cualquier momento y en cualquier lugar. San Juan Cri-  Dios” (ver página 4).
        sóstomo escribió: «Conviene que el hombre ore aten-      El propio Louis Even nació en una familia de san-
        tamente, bien estando en la plaza o mientras da un   tos (ver página 22). El amor a Jesús y al prójimo es
        paseo: igualmente el que está sentado ante su mesa   lo que inspiró a Louis Even a fundar la obra de San
        de trabajo o el que dedica su tiempo a otras labores,   Miguel (ver página 9), y a indignarse ante la injusticia
        que levante su alma a Dios: conviene también que el   (ver página 12), denunciando lo que se opone al plan
        siervo alborotador o que anda yendo de un lado para   de Dios, en primer lugar el sistema financiero actual,
        otro, o el que se encuentra sirviendo en la cocina [...],   que crea dinero en forma de deudas impagables (ver
        intenten elevar la súplica desde lo más hondo de su   página 14), aportando la solución del Crédito Social, o
        corazón» Rezar es una necesidad vital, San Alfonso de   Democracia Económica (ver página 16), para que los
        Ligorio llegó a decir: “Quien reza, ciertamente se sal-  bienes de la tierra lleguen a todos los seres humanos.
        vará; quien no reza, ciertamente se condenará.”      Dios está siempre en acción, dispuesto a ayudarnos
            Aunque no conozcamos fórmulas prefabricadas,     si rezamos y se lo pedimos. Es lo que nos muestran
        basta con ponerse a hablar con Dios, decirle “Te quie-  las vidas de los santos, como la de Santa María de la
        ro” o “¡Ayúdame, ven en mi ayuda! Como decía san-    Encarnación (ver página 27). ¡Feliz lectura!  v
        ta Teresa del Niño Jesús, “para mí, la oración es un
                                                                                           Alain Pilote, editor
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