(Usando un rosario común)
Se inicia con
Un Padre nuestro
Un Ave María y
Un Credo
En las cuentas grandes, antes de cada decena:
Padre eterno, yo te ofrezco el Cuerpo,
la Sangre, el Alma y la Divinidad de Tu Amadísimo Hijo, nuestro Señor Jesucristo, en propiciación de
nuestros pecados y los del mundo entero.
(En las diez cuentas pequeñas de cada decena)
¡Por Su dolorosa pasión, ten misericordia de nosotros y del mundo entero!
(Al final de las cinco decenas se repite tres veces)
¡Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal, ten misericordia de nosotros y del mundo entero! (3 veces)
¡Jesús, en Tí confío! (3 veces)