Descripción del que no es Cristo
« Estamos viviendo en los días del Apocalipsis, los últimos días de nuestra era. Las dos grandes fuerzas del Cuerpo Místico de Cristo y el Cuerpo Místico del Anticristo están empezando a elaborar las líneas de batalla para el concurso catastrófico.
El Falso Profeta tendrá una religión sin cruz. Una religión sin un mundo por venir. Una religión para destruir las religiones. Habrá una iglesia falsa. La Iglesia de Cristo (la Iglesia Católica) será una. Y el Falso Profeta va a crear otra. La falsa iglesia será mundana, ecuménica y mundial. Va a ser una federación de iglesias. Y las religiones formarán algún tipo de asociación global. Un parlamento mundial de iglesias. Vaciadas de todo contenido divino y será el cuerpo místico del Anticristo. El cuerpo místico en la tierra hoy tendrá su Judas Iscariote, y él será el falso profeta. Satanás lo reclutará de entre nuestros obispos. »
En su libro titulado "El comunismo y la conciencia de Occidente", el Arzobispo Fulton John Sheen advirtió también que: « El Anticristo no será llamado así; de lo contrario, no tendría seguidores. Él no va a usar medias rojas, ni vomitará azufre, ni va a llevar un tridente ni agitar una cola con forma de flecha como Mefistófeles en el Fausto. Esta mascarada ha ayudado a convencer a los hombres que él diablo no existe. Cuando nadie lo reconoce, más poder él ejerce. Dios se ha definido a sí mismo como « Yo soy el que soy », y el diablo como « yo soy el que no soy.
En ninguna parte de la Sagrada Escritura hallamos justificado el mito popular de que el Diablo es un bufón que se viste principalmente de "rojo". Más bien se le describe como un ángel caído del cielo, como "el príncipe de este mundo", cuya misión es que nos diga que no hay otro mundo. Su lógica es simple: si no hay cielo no hay infierno, y si no hay infierno, entonces no hay pecado, y si no hay pecado, entonces no hay ningún juez, y si no hay juicio entonces el mal es bueno y lo bueno es malo. Pero por encima de todas estas descripciones, Nuestro Señor nos dice que va a ser tan parecido a sí mismo que engañaría aun a los escogidos, y, ciertamente, ninguna imagen del diablo visto en libros jamás podría engañar aun a los escogidos. ¿Entonces, cómo va a entrar en esta nueva era para ganar adeptos a su religión? La creencia de la Rusia pre-comunista es que él vendrá disfrazado como un Gran Humanista, que hablará de paz, de prosperidad y de abundancia, no como medios para llevarnos a Dios, sino como fines en sí mismos.
La tercera tentación en la cual Satanás le pidió a Cristo que lo adorara y todos los reinos de la tierra serían suyos, se convertirá en la tentación de tener una nueva religión sin Cruz, una liturgia sin un mundo por venir, una religión para destruir la religión, o una política que es una religión -una que hace que se le dé al César, incluso las cosas que son de Dios.
En medio de todo su aparente amor a la humanidad y su discurso superficial acerca de la libertad e igualdad, tendrá un gran secreto que no dirá a nadie: él no creerá en Dios. Porque su religión será la fraternidad sin la paternidad de Dios… Él va a engañar aun a los escogidos. Él creará una anti-iglesia que será el mono de la Iglesia, porque él, el diablo, es el mono de Dios. Contará con todas las notas y características de la Iglesia, pero a la inversa y vaciada de su contenido Divino. Será el cuerpo místico del Anticristo, que en todas las cosas externas se parecerá al cuerpo místico de Cristo. »
(Arzobispo Fulton J. Sheen, tomado del libro: "El comunismo y la conciencia de Occidente. (Pág. 24-25).