En una entrevista con LifeSiteNews, el ex arzobispo  de San Luis, Raymond Burke, (Ahora Cardenal Prefecto del Tribunal Supremo de la Signatura Apostólica) dijo que como los católicos continúen hablando sobre cuestiones de la vida y la familia se enfrentarán a la persecución. "Va a ver una persecución con respecto a esto, eso está claro", dijo el Cardenal.

El arzobispo Burke habla claramente de la doctrina de la Iglesia sobre asuntos de importancia central, sin temor a ser calificado de políticamente incorrecto.

Durante el debate en los EE.UU. de rechazar la comunión a políticos católicos que apoyan el aborto, Burke emitió una carta pastoral explicando que, a pesar de que la negativa de un pastor u obispo para distribuir la Sagrada Comunión a alguien es una "fuente de gran dolor... Lo más profundamente triste sería el fracaso de un obispo en llamar a un alma a la conversión, la falta de protección del rebaño al escándalo y la falta de salvaguardar la digna recepción de la Comunión."

Con respecto al voto de los católicos, el arzobispo dijo claramente en una reunión organizada por la diócesis a favor de la vida, "Cuando vamos a votar, hay que tener en cuenta todos los postulados que los políticos hacen. Sin embargo, el aborto provocado, tiene que ser nuestra primera pregunta."

El arzobispo Burke ha sido igualmente claro y valiente sobre el tema candente del "matrimonio" del mismo sexo. En vez de evitar la razón detrás la cuál se empuja el "matrimonio" gay - la aceptación social de la homosexualidad - Burke se dirigió de frente, y advirtió que la tendencia a evitar el tema es peligroso.

En su periódico diocesano Burke escribió: "Hay una tendencia a aceptar las relaciones homosexuales, ya que no queremos lidiar con la vergüenza y el dolor de reconocer la atracción homosexual como desordenada", dijo. "El hecho de que nuestra cultura americana más y más no hace ninguna distinción entre atracción del mismo sexo y la atracción heterosexual no justifica nuestra falta de hacer la distinción, respetando el don de Dios de la vida humana en su integridad y ayudar a otros a alcanzar la perfección a la que estamos llamados como verdaderos hijos de Dios ".

Después de concelebrar la Misa de Vigilia, anterior a la marcha por la vida, unos pocos meses atrás, el arzobispo Burke dijo a LifeSiteNews que su motivación para continuar hablando sobre la vida y la familia viene de "Cristo mismo" y "la ley moral natural" lo que "no es cuestión de la creencia de una religión en particular, sino que es parte del patrimonio de toda la raza humana" manifestó. El arzobispo reconoció que decir la verdad era intimidante.

"Es intimidante, porque vivimos, como dice nuestro Santo Padre, en una sociedad de una cultura de la muerte, donde la gente quiere convencernos de que todo debe ser práctico y cómodo y que no les gusta escuchar una voz que dice "esto no está bien", afirmo.

Pero con ser francos al hablar la verdad, vendrá a la persecución, un hecho que el arzobispo está dispuesto no sólo a reconocer sino a aceptar. "Los obispos serán perseguidos", dijo, y "también sacerdotes y laicos." Incluso ahora, a aquellos que proclaman la verdad se les llama homofóbicos y aborrecibles.

Sin embargo, el arzobispo explica: "Es lo que significa ser un signo de contradicción. Sólo tenemos que aceptar eso y tenemos que permanecer tranquilos en la proclamación de la verdad con caridad, pero insistiendo en la verdad. Si nos fijamos en el ejemplo de Nuestro Señor, tenemos que tomar la cruz para la defensa de la vida", dijo.