Con motivo de la Marcha por la Vida que tuvo lugar el domingo 4 de mayo en Roma, 63 organizaciones provida de 16 países, reunidas en un encuentro organizado por Life Site News, han firmado un documento para pedir a los obispos católicos que « extiendan la misericordia de la Iglesia » a los políticos promuerte, denegándoles la Sagrada Comunión, en « un acto de amor y misericordia » y como una « llamada eficaz de atención para volver a una auténtica vida de fe ».
El Cardenal Raymond Leo Burke (Prefecto del Tribunal Supremo de la Signatura Apostólica) – durante uno de los encuentros provida en este evento, ha hecho un llamamiento en el mismo sentido que la declaración de los líderes provida.
Como se señala en el documento de las 63 organizaciones provida, los firmantes recuerdan las palabras de San Pablo: « Quien come el pan y bebe el cáliz del Señor indignamente, come y bebe su condenación » (1 Cor. 11,29). Así mismo, también señalan el canon 915 del Código de Derecho Canónico, que afirma que aquellos que « obstinadamente perseveran en manifestar pecado grave no deben ser admitidos a la Sagrada Comunión ».
También el Cardenal Joseph Ratzinger, en una carta, en 2004, dirigida a los Obispos de Estados Unidos, llamada'Dignidad para recibir la Sagrada Comunión', señala que a los políticos católicos que votan a favor de las leyes permisivas con el aborto y la eutanasia « debe » serles negada la Comunión después de haber sido debidamente instruidos y advertidos del error que cometen.
Los líderes provida consideran que los políticos que se dicen católicos y que apoyan el aborto están en pecado grave y, en la recepción de la Sagrada Comunión, su pecado se agrava con el sacrilegio. Además, si los políticos promuerte reciben la Comunión pueden pensar que están espiritualmente sanos y que no necesitan remedio.
Además, los líderes provida recuerdan que distribuir el Cuerpo y la Sangre de Cristo a los políticos proaborto supone un escándalo para los fieles, que pueden llegar a creer que apoyar la muerte de inocentes en el seno materno no es un pecado grave, y con ello se socava el trabajo provida.
Por todo ello, las 63 organizaciones provida, consideran « inmisericorde para nuestros hermanos que viven en pecado público, languidecer allí sin previo aviso ». « Los abajo firmantes pedimos a los Obispos de la Iglesia Católica denegar la Sagrada Comunión a los políticos proaborto como un acto de amor y de misericordia hacia esos mismos políticos », concluye el documento.