¿Qu'e está pasando en el Vaticano?

Los escándalos que salen de el Vaticano tienen un objetivo.. desacreditar y debilitar al Santo Padre.

« Rogad por mí, para que no huya por miedo a los lobos. » Son las palabras oficiales, que nuestro Santo Padre el Papa Benedicto XVI las dijo en su homilía durante la Misa de inicio de su ministerio Petrino, en abril de 2005.

La campaña de fugas con sus acompañados escándalos, la postura de las luchas internas y políticas de varios miembros de la curia romana y sus secuaces tiene un objetivo - desacreditar al Papa marginalizarlo, y lo hacen para que parezca que está fuera de la realidad para que finalmente ceda y renuncie o huya de los lobos, como él mismo lo expresó tan acertadamente.

¿Qué está pasando exactamente en el Vaticano?

En cierto modo, lo que siempre ha sucedido.. algunos hombres codiciosos con mentes pequeñas y grandes egos que se aman más que a la Iglesia y que están compitiendo por el poder y la posición con el fin de promover sus propias carreras.

Aquí está el quid de la cuestión. El Papa Benedicto XVI se esfuerza poderosamente para restaurar a la Iglesia a lo que fue y tira de ella en el fango y el barro del pantano modernista progresista en el que ha caído en gran parte.

A saber.. ha traído de vuelta la misa tradicional en latín que a pesar de que crece poco a poco.. no obstante, crece. Ha sacado a algunos obispos por explotación sexual... o por escándalos teológicos o financieros. Ha sido en general exitoso en el nombramiento de obispos más ortodoxos y directos, que no sólo hablan por hablar, sino también recorrer el camino.

Ha buscado y encontrado una restauración de la comunión con los anglicanos descontentos y estableció una vía para que regresen a la Iglesia después de 500 años de separación. Se escucha en Roma que hay un plan similar para los luteranos. Él Papa tiene al mundo católico a la espera de una restauración a la plena comunión de la Fraternidad San Pío X - un grupo mundial de sacerdotes y cuatro obispos que han luchado mucho para que a la misa en latín, le sea dada la importancia que le corresponde, pero chocó con el Vaticano sobre el tema de la obediencia. Todo esto el Papa lo ha hecho y lo está haciendo y esto no les sienta bien a los que en el Vaticano se oponen a cualquier tipo de restauración de la Iglesia militante.

Para subrayar, existen modernistas "lobos con piel de cordero" que han hecho sus carreras en opacar y suavizar la firmeza de la fe, debido a que ellos mismos han perdido su propia fe y desean crear una nueva iglesia con toda la fachada de la ya existente.

« ¡Cuánta suciedad en la Iglesia y entre los que, por su sacerdocio, deberían estar completamente entregados a él! »

No es una buena noticia que el presidente del Banco del Vaticano, el IOR, haya sido destituido por « incumplimiento de funciones », según el comunicado oficial, mientras es investigado por blanqueo de capitales. Tampoco es una buena noticia que hace unos días sucediera lo mismo con un arzobispo siciliano, que era también investigado por delitos económicos. Son muy malas noticias, que salpican una vez más el rostro de la Iglesia.

Pero dentro de esto, sí hay algo bueno: la decisión del Papa de limpiar la basura que, por desgracia, se esconde debajo de los bellos muebles y las hermosas alfombras que adornan la casa del Señor. Lo hizo con la pederastia y lo está haciendo ahora con la economía. Poco antes de ser elegido vicario de Cristo, en el Coliseo de Roma se rezaba el Vía Crucis escrito por él, en una de cuyas estaciones, la novena, se hacía alusión a esta basura: « ¡Cuánta suciedad en la Iglesia y entre los que, por su sacerdocio, deberían estar completamente entregados a él! ». Y después, en la primera homilía tras acceder al Pontificado, dijo aquella frase misteriosa que ahora se entiende: « Sé para lo que me habéis elegido ».

Efectivamente, sus colegas en el cardenalato le eligieron para eso, para limpiar la casa de Dios. Y él lo está haciendo, con paciencia, con humildad, con perseverancia y con un inmenso dolor.

Sí, una vez más, el Papa está sufriendo. Y por un tema que, no hay que olvidarlo, llevó a la muerte a un predecesor suyo, Juan Pablo I. ¡Pobre Papa!. Recemos por la Iglesia y por él. Recemos para que la tolerancia cero que se ha decidido a aplicar cueste lo que cueste se lleve a cabo por el bien de la Iglesia.