Cristo entró en la historia por mediación de María. Por eso tu relación con Ella no es un accesorio a la vida cristiana, sino una necesidad vital.
La Iglesia te invita a vivir intensamente la relación con María: ofrécele cada día una ¨flor¨, una expresión de amor filial. Es recomendable rezar el rosario, la oración que nos ayuda a pensar en Jesús desde el corazón de María. Pasando por cada uno de los misterios de la vida de Cristo, repitiendo el saludo del ángel, Ella nos enseña a contemplar a Jesús. No hay mejor forma de vivir todos los meses del año; todos los de nuestra vida. Vuelve con tu Madre: te está esperando con los brazos abiertos.