El siguiente artículo, escrito por la señora Gilberte Côté-Mercier, es un resumen de la fábula de Louis Even sobre la isla de los náufragos, que nos hace entender el sistema financiero actual, la creación de dinero en forma de deuda por parte de bancos privados, y cuando deberíamos tener dinero creado sin deuda por la sociedad:
Imaginemonos una isla completamente inaccesible para el resto del mundo. Diez hombres viven en esta isla. Los diez hombres son buenos trabajadores y explotan la riqueza de la isla. Cada uno trabaja según sus conocimientos. Pedro cultiva la tierra. Luis cría animales, etc...
Un día, Pedro, que está cansado de comer solo verduras, decide ir a ver a Luis para pedirle que le cambie un ternero por papas. Pero a Luis no le gustan tus papas, y se niega a cambiar su ternero con Pedro.
Pedro: Por favor, Luis, ¡véndeme ese ternero!
Luis: ¿Y qué me darás a cambio?
Pedro: te daré veinte bolsas de papas
« No me interesan las papas », dijo Louis, yo no como papas.
Pedro regresa a casa un poco triste, debe resignarse a comer sólo verduras por un tiempo. Sin embargo, Luis tenía demasiados terneros para él solo, y le hubiera gustado intercambiar algunos, pero no por papas, por otros productos que le gustaban más.
Es lo mismo que pasa cada vez que uno de los diez quiere hacer un intercambio con los demás. Es difícil igualar los gustos, o no es el momento adecuado, o simplemente los cálculos son imposibles de hacer: a menudo sería necesario cortar un ternero por la mitad para ajustar las necesidades.
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Al ver las dificultades que tenían para llegar a un acuerdo, los diez habitantes de la isla se reunieron en una pequeña asamblea para discutir su problema. Constatan que la isla les proporciona todo lo que le piden, que no es riqueza lo que falta, ni trabajo, sino algo más.
¿Qué es esto que falta para que los intercambios se hagan fácilmente entre los diez hombres? Y todos coinciden en que lo que falta en la isla es… dinero.
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¡Que descubrimiento! Es dinero lo que falta en la isla.
Como ellos tienen buen sentido común, y no se juntan solo para hablar y no hacer nada, deciden: que si lo que falta es dinero, pues, hagamos dinero.
Estos diez hombres, no son como nuestros gobiernos que se dan cuenta que falta dinero en el país, y concluyen que los impuestos deben ser aumentados o que una guerra es más lucrativa.
La forma de razonar de ellos es: « A falta dinero, hagamos dinero ».
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¡Hagamos dinero! se dicen unos a otros. No piensan ni por un momento en ir en busca de personas de otros países para hacerles dinero. Deciden hacerlo ellos mismos, para sí mismos.
¡Precisamente, entre ellos se encuentra Santiago, que una vez fue gerente de banco! Sabe contar muy bien. Santiago, haznos dinero, le dicen. Y Santiago responde: ¡Claro que sí, voy a hacer dinero para todos los integrantes de la isla!
Santiago: ¿Cuánto dinero necesitamos en la isla para hacer que los negocios funcionen? Santiago hace cálculos y dice: "yo creo que si tuviéramos $100,000 dólares en la isla, los intercambios se realizarían sin problemas".
Perfecto le dicen, Santiago haznos $100,000 dólares. $10,000 dólares para cada uno, ya que somos diez.
Y Santiago pone manos a la obra. Toma un libro, escribe el nombre de Pedro en el libro con un crédito por $10,000 dólares, luego le dice a Pedro mostrándole su libro: "Aquí hay $10,000 para ti. Es dinero en cifras, el dinero más moderno que existe. Dinero que no se pierde y que no te pueden robar. Te prestaré $10,000 y me lo devolverás al final del año, más $700 en intereses.
¿Cómo? dijo Pedro; ¿Quieres decir, que me prestas $10,000 dólares y debo devolverte $10,700?
Dice pedro: ¿Estás bromeando Santiago?, es como si el dinero que haces te perteneciera solo a ti, ya que quieres que te lo reembolse y con intereses aparte de eso. Estás equivocado Santiago, te pedimos que hicieras dinero para todos, no que hicieras dinero solo para ti. Tu recibirás tu parte de $10,000 como los demás, pero los $100,000 no te pertenecen. "Si nos prestas a cada uno $10,000 con la obligación de reembolsarte, es como si los $100,000 te pertenecieran solo a ti".
Santiago: ¡Es así como funciona en los países civilizados!
Pedro: Ah ¿Así es como funciona en los países civilizados? Esa es probablemente la razón por la cual la vida es tan bella en los países civilizados, donde la gente muere de hambre frente a la abundancia y donde se producen guerras para regular el comercio. Bueno, pues no gracias, no estamos interesados en esa civilización querido Santiago. Te pedimos que hagas dinero para cada uno de nosotros, para todos. Es decir, harás $100,000, y repartirás a cada uno $10,000, simplemente nos lo darás.
Santiago comprendió, y escribe en su libro la suma de $10,000 con el nombre de cada uno.
En la isla deciden llamar "dividendo" a estos $10,000. Se basa en la producción de la isla. Es dinero nuevo, que proviene de la pluma de Santiago y que además es necesario para permitir a los habitantes de la isla intercambiar sus productos.
Todo el año va muy bien en la isla. No hay más problemas a la hora de los intercambios.
El negocio es tan próspero en la isla que los $100,000 se vuelven insuficientes para comprar todo lo que se encuentra a la venta, ya que la producción ha aumentado.
Al final del año, nuestros diez hombres deciden tener otra asamblea. Examinan un problema, descubren que el dinero que hicieron a principios de año les ha hecho mucho bien, pero que en la isla todavía hay una falta de dinero, dado el desarrollo del comercio.
Todavía falta dinero. Así que le piden una vez más a Santiago que les haga dinero nuevo.
« Si cada uno recibiera $25,000 dólares, eso sería suficiente por ahora ».
Santiago dice, ¡muy bien, manos a la obra! Escribiré $25,000 dólares por cada uno. Ingresa en el libro de crédito de cada persona la suma de $25,000 en la columna de crédito.
Pedro, que durante el año había trabajado más que Luis, tenía en su libro de crédito la suma de $150,000 y ahora recibe $25,000 dólares más, eso le da un total de $175,000
Luis, que durante el año estuvo enfermo y no pudo trabajar mucho, al final del año tenía en su libro de crédito la suma de $50,000 y ahora recibe $25,000, así tiene un total de $75,000
Los $25,000 agregados al crédito de todos son el dividendo del año, en la isla. Este dividendo siempre será proporcional al progreso de la isla.
Los diez hombres hicieron ellos mismos el dinero que necesitaban. No le pidieron a un extraño que lo hiciera. Tienen más confianza en sí mismos, en quienes construyeron la isla, que en los extranjeros que vendrían a explotar a los productores de la isla.
Estos diez hombres inteligentes, lograron hacer el dinero que necesitaban. No crearon deudas que pagar, sino dividendos que circular.
El crédito que circula en la isla es un crédito social, basado en la producción de la isla y la confianza que existe entre sus habitantes. Este crédito es hecho por los habitantes de la isla para los habitantes de la isla.
Esta isla puede ser Canadá, o cualquier país del mundo, dependiendo del número de habitantes, es la cantidad de dinero que debe ser creado…
Acaso, ¿no debería ser el mismo método de emisión del dinero? Y, ¿por qué no?