Un sistema de deudas
La dictadura bancaria y el sistema monetario de deuda no se limitan a Canadá exclusivamente, sino que existen en cada país del mundo. Los banqueros están trabajando para mantener este control apretado dado que, si un país se libera de esta dictadura y emite su propia moneda libre de deuda, poniendo así el ejemplo para todos los demás de lo que sería un sistema honesto, sería suficiente para colapsar el sistema viciado de los banqueros alrededor del mundo.
La lucha de los financieros internacionales para instalar su fraudulento sistema monetario de deuda ha sido particularmente viciado en los Estados Unidos, desde su misma fundación y hechos históricos muestran que varios hombres de estado norteamericanos estaban bien conscientes del sistema monetario deshonesto que los financieros querían imponer en el país, así como de sus nocivos efectos. Estos hombres de estado fueron auténticos patriotas que hicieron todo lo posible para conservar en los Estados Unidos un sistema monetario honesto, libre del control de los financieros. Los financieros hicieron todo lo que estuvo en su poder para mantener en las tinieblas esta faceta oscura de la historia de los Estados Unidos por temor a que el ejemplo de estos patriotas pudiera ser imitado actualmente. He aquí los hechos que los financieros quisieran que fueran ignorados por la población.
La población más feliz del mundo
Estamos en 1750. Los Estados Unidos de América aún no existen; sólo son las 13 Colonias del continente americano que forman la "Nueva Inglaterra", una posesión de la madre tierra, Inglaterra. Benjamín Franklin escribió sobre la población de ese tiempo: "Era imposible encontrar una población más feliz y próspera sobre la superficie del globo." Dirigiéndose a Inglaterra para representar los intereses de las Colonias se le preguntó a Franklin ¿cómo era posible que contara sobre la prosperidad de éstas mientras la madre tierra era azotada por la pobreza?: "Muy simple, replicó Franklin, en las Colonias emitimos nuestro propio dinero. Lo llamamos "certificados de las Colonias". Lo emitimos en la proporción adecuada para lograr que los productos pasen fácilmente de los productores a los consumidores. De esta forma, creando nuestro propio dinero, controlamos su poder adquisitivo y no tenemos que pagar interés a nadie."
Los banqueros ingleses, al haber sido informados de esto, pasaron una ley al Parlamento Británico prohibiendo a las Colonias emitir su propio dinero y les exigieron utilizar únicamente el dinero-deuda de oro o plata proporcionado en cantidades insuficientes por los banqueros ingleses. De esta forma, el medio circulante de intercambio fue reducido a la mitad.
"En un año, declaró Franklin, las condiciones se revirtieron y la era de prosperidad terminó, instalándose así la depresión, a tal grado, que las calles de las Colonias estaban repletas de desempleados."
Después estalló la Revolución contra Inglaterra seguida por la Declaración de Independencia de 1776. Los libros de historia erróneamente nos enseñan que fue el impuesto sobre el té lo que propició la Revolución. Pero Franklin lo establece claramente:
"Las Colonias gustosamente habrían aceptado el impuesto al té y a otras cosas, si no hubiera sido por la pobreza causada por la mala influencia de los banqueros ingleses sobre el Parlamento, lo que provocó el nacimiento del odio hacia Inglaterra y el estallido de la Revolución."
Los Padres Fundadores de los Estados Unidos, teniendo todos estos hechos en mente y para protegerse a sí mismos contra la explotación de los banqueros internacionales, tuvieron mucho cuidado de expresar claramente en la Constitución Americana, firmada en Filadelfia en 1787, artículo 1, sección 8, párrafo 5: "El Congreso tendrá el poder de acuñar su moneda y regular su valor."
El banco de los banqueros
Pero los banqueros no se rindieron. Su representante, Alexander Hamilton, fue nombrado Secretario del Tesoro (el equivalente a nuestro ministro de Finanzas) en el gabinete de George Washington y abogó por el establecimiento de un banco federal, propiedad de intereses privados, y la creación del dinero-deuda mediante argumentos falsos como el siguiente: "Una deuda nacional, si no es excesiva, será para nosotros una bendición nacional… La sabiduría del gobierno se mostrará en nunca confiar a sí mismo la peligrosa y seductora idea de expedir su propio dinero." Hamilton también les hizo creer que únicamente el dinero-deuda emitido por bancos privados sería aceptado en las transacciones con el extranjero.
Tomás Jefferson, Secretario de Estado, se opuso fuertemente a tal proyecto, pero el presidente Washington finalmente se dejó convencer por los argumentos de Hamilton.
Así que un banco federal fue creado en 1791, el "Banco de los Estados Unidos" con una licencia de 20 años.
Aunque se le llamó "Banco de los Estados Unidos", realmente fue el "banco de los banqueros", dado que no le pertenecía a la nación, sino a los individuos que poseían las acciones, a los banqueros privados. Este nombre, Banco de los Estados Unidos fue elegido a propósito para engañar a la población y hacerles creer que eran ellos los dueños del banco, lo cual no fue el caso. La concesión del Banco de los Estados Unidos terminó en 1811 y el Congreso votó en contra de su renovación, gracias a la influencia de Tomás Jefferson y de Andrew Jackson: "Si el Congreso, dijo Jackson, tiene el derecho constitucional para emitir su propio dinero, éste le fue dado para él mismo y no para ser delegado a individuos o corporaciones."
Así terminó la historia del primer Banco de los Estados Unidos. Pero los banqueros no jugaron su última carta.
Los banqueros declaran la guerra
Nathan Rothschild, del Banco de Inglaterra, emitió un ultimátum: "O se nos otorga la solicitud de renovación o los Estados Unidos se verán a sí mismos envueltos en una guerra desastrosa." Jackson y los patriotas norteamericanos no creían que el poder de los banqueros internacionales se extendiera a tal grado. "Ustedes son una guarida de ladrones venenosos," les dijo Jackson, "Yo me encargaré de exterminarlos, y por el Eterno Dios, yo los exterminaré." Nathan Rothschild emitió la siguiente orden: "Enséñenles a esos impertinentes norteamericanos una lección. Regresémoslos al estatus de Colonia."
El gobierno británico declaró la guerra en 1812 contra los Estados Unidos. El plan de Rothschild era empobrecerlos a través de la guerra, a tal grado que los legisladores tendrían que buscar ayuda financiera… la que, claro, se les daría únicamente a cambio de la renovación de la concesión del Banco de los Estados Unidos. Murieron miles de personas, pero ¿acaso le importó a Rothschild? Él había logrado su objetivo: el Congreso de los Estados Unidos le otorgó la renovación en 1816.
Abraham Lincoln es asesinado
Abraham Lincoln fue electo presidente en 1860 bajo la promesa de abolir la esclavitud de los negros. Once estados sureños a favor de la esclavitud humana de la raza negra decidieron separarse de la Unión, separándose así de los Estados Unidos: ese fue el inicio de la Guerra Civil (1861-1865). Lincoln, escaso de dinero para financiar los esfuerzos del norte, acudió a los banqueros de Nueva York, quienes accedieron a prestarle dinero a tasas de interés variable de 24 a 36 por ciento. Lincoln se rehusó, sabiendo perfectamente bien que esto era usura y que llevaría a los Estados Unidos a la ruina. Pero su problema de dinero no se había arreglado.
Su amigo en Chicago, el coronel Dick Taylor, vino en su ayuda y le propuso una solución: "Sólo haz que el Congreso pase un comunicado autorizando la emisión de billetes legales del tesoro, paga con ellos a los soldados, sigue adelante y gánales la guerra también a ellos."
Esto fue lo que hizo Lincoln y ganó la guerra: entre 1862 y 1863, en plena conformidad con las provisiones de la Constitución, Lincoln ordenó la emisión de $450.00 millones de "Greenbacks" libres de deuda para conducir la Guerra Civil. (Estos billetes del Tesoro fueron llamados Greenbacks por la gente porque fueron impresos con tinta verde al reverso).
Lincoln llamó a estos Greenbacks, "la mayor bendición que los americanos pudieron haber tenido." Una bendición para todos menos para los banqueros, dado que esto estaba terminando con su plan, robar el dinero y el crédito a la nación, al ser emitidos con un interés. Así que hicieron todo lo posible por destruir a estos Greenbacks y sabotear el trabajo de Lincoln. Lord Goshen, vocero de los financieros, escribió en el London Times (Cita tomada de "Quién Dirige a América" por C.K. Howe y reproducida en "El Dinero Martirizado de Lincoln" por el Dr. R.E.): "Si esta perversa política financiera, que tuvo su origen en Norteamérica hubiera prevalecido hasta lograr su establecimiento, entonces el gobierno habría emitido su propio dinero sin costo. Hubiera pagado todas sus deudas y estaría libre de ellas. Tendría todo el dinero necesario para llevar adelante su comercio. Se hubiera vuelto próspera sin precedente en la historia del mundo. Tal gobierno debe ser destruido o destruirá la monarquía en el globo." (La monarquía de los prestadores de dinero).
Primero, para desacreditar a los Greenbacks, los banqueros persuadieron al Congreso a que votara una "Cláusula de Excepción" en febrero de 1862, que decía que los Greenbacks no podían utilizarse para pagar el interés de la deuda nacional, ni los impuestos, ni bonos de importación. Entonces, en 1863, después de haber financiado la elección de suficientes senadores y representativos, los banqueros lograron que el Congreso revocara la Ley Greenbacks en 1863 y pusiera en su lugar el Acta Nacional Bancaria (el dinero tenía que ser emitido con interés por bancos privados).
Esta Acta también estableció que los Greenbacks tenían que retirarse de la circulación tan pronto como regresaran al Tesoro como pago de impuestos. Lincoln protestó acaloradamente, pero su objetivo más urgente era ganar la guerra y salvar la Unión, lo que le obligó a relegar para después de la guerra, el veto que estaba planeando contra el Acta y la acción que tomaría contra los banqueros. Sin embargo, Lincoln declaró: "Tengo dos grandes enemigos, el ejército del sur frente a mí y los banqueros en la retaguardia. Y de los dos, los banqueros son mis mayores adversarios."
Lincoln fue reelecto presidente en 1864 y dejó bien claro que atacaría el poder de los banqueros una vez terminada la guerra. La guerra terminó el 9 de abril de 1865, pero Lincoln fue asesinado cinco días después, el 14 de abril. A esto le siguió una colosal restricción de crédito organizada por los bancos: el dinero en circulación en el país que era en 1866 de $1907 millones, representando $50.46 para cada ciudadano americano, había sido reducido a $605 millones en 1876, representando $14.60 per cápita. El resultado: en diez años, 56,446 fracasos comerciales, representado una pérdida de $2 billones. Y esto no fue suficiente, los banqueros redujeron el dinero en circulación a $6.67 per capita en 1887.
William Jennings Bryan : "Los bancos tienen que retirarse"
A pesar de todo, el ejemplo de Lincoln se grabó profundamente en las mentes de algunos, perdurando hasta 1896. Ese año, el candidato presidencial para los demócratas era William Jennings Bryan y, una vez más, los textos de historia nos dicen que fue algo muy bueno que no haya tenido éxito en llegar a la presidencia pues estaba totalmente en contra del "dinero" de los banqueros, del dinero emitido como deuda y en contra del estándar del oro. Bryan declaró: "Decimos en nuestro plan electoral que creemos que el derecho de emitir dinero es función del gobierno. Creemos eso. Quienes se oponen a ello nos dicen que la emisión del dinero es función del banco y que el gobierno debe salirse del negocio bancario. Yo les digo que la emisión del dinero es función del gobierno y que son los bancos los que deben salirse del negocio del gobierno… Cuando hayamos restaurado el dinero en la Constitución, todas las otras reformas necesarias son posibles, pero mientras esto no se haga, ninguna otra reforma puede llevarse a cabo."
La Reserva Federal : el consorcio más grande
Finalmente, el 23 de diciembre de 1913, el Congreso de los Estados Unidos votó el Acta de la Reserva Federal, que le quitó al Congreso el poder de crear el dinero, dándoselo a la Corporación de la Reserva Federal. Uno de los raros congresistas que habían comprendido todo este asunto puesto en juego en el Acta, el representativo Charles A. Lindbergh Sr. (República de Minnesota) padre del famoso aviador, dijo: "Esta Acta establece el más grande consorcio sobre la tierra. Cuando el presidente (Woodrow Wilson) firme este proyecto de ley, el gobierno invisible del poder monetario será legalizado…" El peor crimen legislativo de todos los tiempos es perpetrado por este documento bancario.
La educación de un pueblo
¿Qué les permitió a los banqueros finalmente obtener el monopolio absoluto del control del crédito en los Estados Unidos? La ignorancia de la población sobre el asunto económico. John Adams le escribió a Jefferson en 1787: "Todas las perplejidades, confusión y dolor en América, se deben, no a los defectos de la Constitución, no al deseo de honor y virtud, sino a la ignorancia respecto a la naturaleza de la moneda, del crédito y de su circulación."
El Secretario del Tesoro de Lincoln, Salmon P. Chase, declaró públicamente, justo después de pasarse el Acta Nacional Bancaria en 1863: "Mi agencia al promover el pase del Acta Nacional Bancaria, cometió el mayor error financiero de la vida. Ha construido un monopolio que afecta a cada interés en el país. Debería ser refutada, pero antes de que eso pueda lograrse, la gente debe ser puesta de un lado y los banqueros de otro, en un concurso como nunca se ha visto en este país."
Y, finalmente, el fabricante automotriz, Henry Ford, dijo: "Si la gente de nuestro país comprendiera nuestro sistema económico y bancario, creo que tendríamos una revolución mañana por la mañana."
La importancia de la educación en la sociedad
La educación es precisamente el método propuesto por la revista San Miguel: construir una fuerza en la gente a través de la educación, para que el gobierno soberano de cada nación tenga el valor de levantarse frente a los banqueros, y emitir su propio dinero, tal como lo hizo el presidente Lincoln. ¡Si tan sólo aquellos a favor de un sistema monetario honesto, comprendieran la importancia de asumir su responsabilidad, haciendo llegar esta información al mayor número de personas posible, el actual sistema financiero a base de deuda desparecería, devolviéndonos nuestra libertad! La revista San Miguel es una herramienta de educación e información.
El Crédito Social de Douglas o también llamado Democracia Económica, establecería una economía donde todo estuviera organizado para servirle a la persona humana, desarrollar la propia responsabilidad y crear gente comprometida. Cada acción a favor de la democracia económica es un avance. Cada persona formada en este tema es una fuerza y cada fuerza adquirida es un paso hacia la victoria. Si pudiéramos poner en acción todas estas fuerzas conjuntas, lograríamos que cada país adoptase un sistema monetario libre de deuda mañana por la mañana.
Tal como lo escribió Louis Even en 1960: "El obstáculo no son los banqueros, ni los políticos, ni ningún otro enemigo de ese tipo. El obstáculo recae en la pasividad del pueblo que espera por el triunfo de una causa, pero les dejan el trabajo a otros para promoverla".
La propuesta del Crédito Social de Douglas es aceptada por el Congreso americano en 1932
¿La educación de las personas es necesaria?
Cuando la presión del pueblo sea lo suficientemente fuerte, todos los partidos políticos estarán de acuerdo en adoptar la reforma para obtener una democracia económica. Un buen ejemplo de esto se puede encontrar en la « Ley Goldsborough » de 1932, que un autor describió como « la reforma monetaria que más cerca estuvo del éxito, una moneda verdaderamente sólida en los Estados Unidos »:
"Una abrumadora mayoría de los miembros del Congreso de los Estados Unidos (289 a 60) ya estaban a favor de esta ley en 1932; y sigue sucediendo desde entonces, de una forma u otra. Sólo la vana esperanza de que el entonces nuevo presidente (Roosevelt) pudiera restaurar la prosperidad sin abandonar el sistema de deuda-dinero que Estados Unidos había heredado, impidió que el Crédito Social de Douglas se convirtiera en una ley de los Estados Unidos". En 1936, cuando el "New Deal" o "Nuevo acuerdo" (la solución de Roosevelt) demostró ser incapaz de resolver eficazmente la crisis económica, los partidarios del Crédito Social tomaron fuerza. Ese fue el último esfuerzo significativo para ganar su adopción en 1938. (W. E. Turner, Stable Money, p. 167.)
Incluso el dividendo y el descuento compensado, dos elementos esenciales del Crédito Social, fueron mencionados en este proyecto de ley, que fue apodado « Bill Goldsborough », en honor al congresista demócrata de Maryland Thomas Alan Goldsborough, quien lo presentó a la Cámara por primera vez el 2 de mayo de 1932.
Dos personas que apoyaron el proyecto de ley son de particular interés para nosotros: Robert L. Owen, senador de Oklahoma de 1907 a 1925 y gerente de banco durante 46 años, y Charles G. Binderup, congresista de Nebraska. Owen publicó un artículo en marzo de 1936 en la revista de J. J. Harpell, The Instructor (y su versión francesa, Le Moniteur), de la cual Louis Even fue editor asistente. En cuanto al Sr. Binderup, dio varias charlas en la radio estadounidense durante la crisis, para explicar los males del control del crédito por parte de intereses privados.
A continuación, extractos del discurso de Robert Owen ante la Cámara de Representantes el 28 de abril de 1936: "El proyecto de ley que Goldsborough presentó, con la aprobación del Comité Bancario de la Cámara de Representantes, y que creo, fue prácticamente un informe unánime, se debatió durante dos días en la Cámara, un proyecto de ley muy simple, que establece la política de los Estados Unidos para restaurar y mantener el valor del dinero, y ordena al Secretario del Tesoro, a los funcionarios de la Comisión de la Reserva Federal y a los bancos de la Reserva Federal, que hagan efectiva esta política. El proyecto de ley fue aprobado, no por un voto partidista, sino que 117 miembros republicanos votaron a favor de este proyecto de ley (que había sido presentado por un congresista demócrata), y el proyecto de ley fue aprobado por 289 votos contra 60, y de esos 60 diputados, solo 12, por voluntad del pueblo, todavía están en el Congreso.
"Este proyecto de ley fue arruinado por el Senado, porque no se entendió realmente. No hubo suficiente discusión sobre él en el público. No había una opinión pública organizada que lo apoyara" – Robert Owen
Todo está ahí. Es la educación de la población lo que se necesita. Tanto los republicanos como los demócratas votaron a favor, por lo que no había necesidad de un nuevo partido político. Además, Owen admite que lo que faltó fue la educación del pueblo, una fuerza en el pueblo. Esto confirma el método de la revista San Miguel recomendado por el ingeniero Douglas y Louis Even: es necesario educar a la población (distribuyendo circulares e invitando a las personas a suscribirse a la revista San Miguel, siendo ésta la única revista católica que informa sobre la reforma del sistema financiero).
El proyecto de ley Goldsborough se titulaba: « Una ley para restaurar al Congreso su poder constitucional para emitir su propia moneda y regular su valor; proporcionar un ingreso monetario al pueblo de los Estados Unidos con un poder adquisitivo fijo y equitativo del dólar, suficiente en todo momento para permitir a la población comprar los bienes y servicios deseados, de acuerdo con la plena capacidad de las posibilidades del comercio y la industria de los Estados Unidos. El sistema actual, que emite dinero a través de la iniciativa privada con fines de lucro, da como resultado una inflación y deflación frecuentes y desastrosas. Este sistema debe detenerse ».
El proyecto de ley también preveía un descuento en los precios que se reembolsarían a los comerciantes, y un dividendo, que comenzaría en $ 5 dólares por mes (en 1932), a cada ciudadano de la nación. Varios grupos testificaron en la Cámara a favor del proyecto de ley, señalando que contenía todos los mecanismos necesarios para evitar la inflación de precios.
La ignorancia del pueblo
El oponente más enérgico del proyecto de ley en el Senado fue Carter Glass, ex Secretario del Tesoro y un firme partidario de la Reserva Federal. Además, el Secretario del Tesoro de Roosevelt (Secretario de Finanzas), Henry Morgenthau, quien se opuso fuertemente a cualquier reforma monetaria, dijo que era mejor "darle una oportunidad al "New Deal" de Roosevelt
Lo que más ayudó a los adversarios de este proyecto de ley fue la ignorancia casi total de la población en cuestión monetaria... e incluso en el Senado. Algunos senadores que ignoraban incluso el mecanismo de la creación de dinero (crédito) por parte de los bancos, exclamaron: « ¡Pero el gobierno no puede crear dinero así! ¡Va a crear una inflación! » Y otros, aunque admitieron la necesidad de crear dinero libre de deuda, no vieron la necesidad del dividendo o el descuento compensado. De hecho, todas estas objeciones caen por sí solas después de un estudio serio del Crédito Social llamado actualmente Democracia Económica.
La fe como dimensión social
Como católicos, tenemos la responsabilidad de orientar y animar a nuestro prójimo a vivir plenamente su fe en una sociedad tan compleja, impersonal y frágil. La Fe tiene una dimensión social de enorme riqueza, misma que es orientada por la Doctrina Social de la iglesia.
Ya nos lo decía el Papa Francisco durante la Audiencia General del miércoles 20 de octubre 2021, "Si la libertad no está al servicio del bien, corre el riesgo de ser estéril y no dar frutos"
Un sistema de Democracia Económica como el aquí propuesto, podría ser la aplicación de la Doctrina Social de la Iglesia en materia económica, establecería una economía donde todo estuviera organizado para servirle a la persona humana, desarrollar la propia responsabilidad y crear gente comprometida.
Citas célebres sobre el tema del dinero
« Dame el control sobre el dinero de una nación y no me importará quién redacte sus leyes » — Mayer Amschel Rothschild (1744-1812), Padre fundador de las finanzas internacionales
« La historia nos dice que los banqueros han utilizado todas las formas de abuso, intriga, engaño, y otros medios, lo más violentos posibles para mantener su control sobre los gobiernos, mediante el control del dinero y su emisión » — James Madison, cuarto presidente de los Estados Unidos y otro de los « Padres Fundadores de los Estados Unidos"
« Los poderosos del dinero declaran sus enemigos públicos a todos aquellos que cuestionan sus métodos o sacan a la luz sus crímenes. » — William Jennings Bryan Candidato demócrata a la presidencia de EUA (1860-1925)
« Quienquiera que controle la cantidad de dinero en un país es el amo absoluto de toda la industria y el comercio. » — James A. Garfield, presidente de los EUA (1881)
« El sistema bancario fue diseñado en la iniquidad y nació en el pecado. Los banqueros son dueños del planeta. Quítales el planeta, pero déjalos tener el poder de crear dinero, y con un movimiento de la pluma, crearán suficiente dinero para volver a comprarlo y convertirse en sus dueños... Pero, si deseas seguir siendo esclavo de los banqueros y pagar el costo de tu propia esclavitud, entonces deja que los banqueros continúen creando dinero y controlando el crédito » — Sir Josiah Stamp Director del Banco de Inglaterra, 1940.
« El proceso por el cual los bancos crean dinero es tan simple que nuestra mente lo rechaza... » — John K. Galbraith, en su libro: Dinero: ¿De dónde vino, a dónde fue? p. 29.
« Los jóvenes que puedan resolver la cuestión monetaria harán más por el mundo, que todos los ejércitos de la historia... » — Henry Ford
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