Los productores deben incluir en sus precios todos los costos de producción si quieren mantener su negocio. Los salarios pagados a sus empleados –que Douglas denomina "pagos A"–, son sólo una parte del costo de producción del producto.
El productor tiene también otros costos de producción, denominados "pagos B", que no se distribuyen en salarios, pero que deben incluirse en los precios : pagos por materiales, impuestos, gastos bancarios, mantenimiento y sustitución de maquinaria, etc.
El precio de venta del producto debe incluir todos los costos : salarios (A) y otros pagos (B). Por tanto, el precio de venta del producto será A + B. Es evidente que los salarios (A) no pueden comprar la suma de todos los costos (A + B). Por lo tanto, existe una falta crónica de poder adquisitivo en el sistema.
Cuando el producto acabado se ofrece al público, va acompañado de su precio. Pero parte del dinero de ese precio se distribuyó, tal vez, hace seis meses, un año o más. Otra parte se distribuirá hasta que el producto se haya vendido y el comerciante haya utilizado su ganancia. Otra parte, quizá dentro de diez años, cuando la máquina, cuyo desgaste está incluido en el precio, sea sustituida por una nueva. Y así sucesivamente.
Luego hay gente que recibe dinero y no lo utiliza (lo ahorra). Ese dinero está en los precios ; no está en el poder adquisitivo de quienes necesitan los productos.
El reembolso de los préstamos bancarios a plazo fijo y el sistema fiscal actual acentúan aún más el desajuste entre precios y poder adquisitivo. De ahí la acumulación de productos, el desempleo y demás.
Algunos pueden replicar que las empresas pagadas por los pagos "B" (las que suministraron las materias primas, la maquinaria, etc.) pagan salarios a sus propios empleados, y que parte de los pagos "B" se convierte así en pagos "A"(salarios). Esto no cambia la verdad de lo dicho antes : se trata simplemente de un salario distribuido en otra fase de la producción, y este salario (A) no se distribuye sin entrar en un precio, que no puede ser inferior a A + B ; la diferencia siempre existe.
Aunque intentemos aumentar los salarios para alcanzar a los precios, la subida de los salarios se incluirá automáticamente en los precios y nada se ajustará. (Es como el burro que persigue al rábano en los dibujos animados.) Para poder comprar toda la producción, por tanto, necesitamos ingresos adicionales al margen de los salarios, al menos iguales a B. Esto es lo que haría el dividendo del crédito social, concedido cada mes a todos los ciudadanos del país. (Eso sí, este dividendo se financiaría con dinero nuevo creado por la nación ; y no con el dinero de los contribuyentes, pues entonces provendría de los salarios).