Nuestro gran amigo François de Siebenthal, de Lausana (Suiza), falleció el 26 de junio de 2024, a los 68 años. Sufría problemas respiratorios desde hacía varios años y falleció de cáncer tras una larga estancia en el hospital. Pudo recibir la extremaunción y estaba rodeado de su esposa y sus ocho hijos en el momento de su muerte. Rezamos por el descanso de su alma.

El encuentro de François de Siebenthal con la revista San Miguel supuso un giro importante en su vida. Era banquero de profesión (del Crédit Suisse). Un domingo, al salir de la iglesia después de la misa dominical, se encontró con una anciana minusválida que le estaba esperando y que le dio un folleto de San Miguel (en francés). Dice: "Lo recibí y fue como una revolución en mi cerebro. Me dije:'Esta gente tiene razón. El actual sistema monetario basado en el interés es un mal sistema que está matando literalmente a los pobres. Mi mejor amigo y yo decidimos entonces abandonar el banco".

Más tarde, su amigo se hizo sacerdote católico, y él mismo decidió unirse a los Peregrinos de San Miguel, asistiendo a nuestro congreso y sesiones de estudio todos los años desde 2004 hasta 2017. También acompañó a nuestros Peregrinos a tiempo completo a varios países de África y Asia, para establecer un sistema monetario local o alternativo sin intereses basado en los principios de la Democracia Económica.

Más tarde, en Suiza, también hizo campaña a de referendos a favor de una renta básica incondicional y a favor de la iniciativa del "dinero completo", que reserva el poder de crear dinero al banco central de la nación y no a los bancos comerciales.

Desde la cama del hospital, el Sr. de Siebenthal dejó un mensaje de vídeo para todos sus amigos: "Hola a todos, os quiero. Estoy a punto de terminar la buena batalla y os ayudaré allí donde esté. Creo que todos tenemos una misión: busca en tu conciencia cuál es tu misión, por tu propio bien, por el bien de los que están cerca de ti y de los que amas. Intenta rezar por tus enemigos, sé que no es fácil. Derriba a los emperadores de sus caballos, conviértelos... Todo el mundo podría vivir bien en este planeta; decir que está superpoblado es mentira. Todo el mundo podría tener una vida maravillosa. ¡Ánimo! Luchad para que todo el mundo sea feliz. Adiós y hasta siempre".

Gracias, señor de Siebenthal, por su ejemplo y por todos sus esfuerzos. Con su ayuda y la de todos nuestros amigos del Cielo, seguiremos luchando por un mundo feliz, que sería posible con la aplicación de la Democracia Económica; con un dividendo incondicional a cada individuo basado en la herencia de las riquezas naturales y de los inventos, todo el mundo podría ser realmente feliz.

                                                         Alain Pilote