María, Madre & Maestra - Una historia de fidelidad
Banneux se sitúa en Bélgica. Este es el punto elegido por el Cielo para que Santa María, Nuestra Señora de los Pobres, se apareciera ocho veces a la niña, de 11 años, Mariette Beco, del 15 de enero al 8 de marzo de 1933. La Virgen se aparecía a la niña en el jardín de su casa, dándole breves mensajes que fueron configurando el sentido de la aparición.
La devoción a Santa María bajo la advocación de "Nuestra Señora de los pobres" fue aprobada por la Santa Sede el 22 de agosto de 1949. Banneux, por tanto, goza del beneplácito de Roma, uno de los pocos casos a lo largo de la historia de las apariciones Marianas.
En 1941, el nombre de Banneux es sustituido por el de Nuestra Señora de Banneux, en agradecimiento a Santa María por su especial protección durante la Segunda Guerra Mundial. El pueblo había prometido consagrarse a Ella si les defendía contra el terror de los bombardeos. Y así fue como se libró Banneux de todo mal físico, mientras el pueblo vecino, Louveigné, fue saqueado a sangre y fuego.
"Posa tus manos en el agua. Esta fuente me está reservada." "La Virgen quiere el manantial, como lo explicará en la tercera aparición, no tanto para Ella sino para comunicar gracias a todos sus hijos, de todas las naciones, en especial a los enfermos.
Creed en Mí, yo creeré en vosotros.... A partir del instante en que el sacerdote cree y apoya de forma privada las apariciones, ocurren las sanaciones. El gran número de milagros que ocurrieron fue tan abrumador, que tomó por sorpresa a la Iglesia local. Las palabras de la Virgen se habían cumplido: "Creed en Mí, yo creeré en vosotros". O dicho en otros términos: "Ocupaos de mis cosas, y yo me ocuparé de las vuestras". Creed en Mí, entregaos de corazón a Mí, y yo atenderé vuestras preocupaciones, hasta con milagros sensibles suficientes en número y calidad, para la aprobación pontificia".
Significado de los Hechos
María nos revela que es la Madre de la Persona Divina de su Hijo, Nuestro Salvador y Señor, y en consecuencia es Madre de Dios. Todos sabían que era la Virgen, pero Ella quiso dejar claro ese testimonio final de Quién era para que todos sus hijos, también los no católicos, tuvieran un alivio en los terribles momentos que iban llegar (Segunda Guerra Mundial). La entrada en Ella es por medio de la Fe: "Crean en Mí..."