PSEUDOTERAPIAS DE LA NUEVA ERA

No sólo son contrarias a la fe en sus postulados doctrinales sino que algunas llegan a ocasionar graves secuelas psicológicas a quienes las practican

Cómo defenderse de los charlatanes de la salud que dicen llegar donde la medicina tradicional encuentra sus límites, prometen curaciones milagrosas con imposición de manos, cristales, piedras y ungüentos extraños o ejercicios gimnásticos. Pero ¿qué hay de verdad en todas las terapias que proliferan a nuestro alrededor? Muchas de ellas, no sólo son un completo fraude, sino que además van radicalmente en contra de las creencias cristianas.

"No quisiera que este artículo caiga en un racionalismo furibundo de mal gusto, sino que sirva como resguardo contra la ignorancia religiosa, verdadero parásito de la sociedad de hoy en día. No es tampoco un acto de hostilidad contra aquellos practicantes de medicinas alternativas, ni contra quienes curan y alivian: lo he editado de varias fuentes contra aquellos quienes, consientes o no, viven de la enfermedad, del sufrimiento y cuyo negocio es la explotación de la credulidad humana y el deseo que todos tenemos de vivir y llevan a muchas almas a la confusión y a caer en un grave peligro espiritual.

Los salones de medicinas suaves (o alternativas) y los simposios de medicinas alternativas, junto con los salones de clarividencia, las conferencias esotéricas y los seminarios de bienestar, conforman el terreno en el que florecen las sectas de sanación, los grupos de oración y los practicantes de la salud, entre los que se cuentan curanderos de todo tipo. Es cierto que no todos los practicantes de medicinas alternativas son reclutadores al servicio de las sectas pero hay que admitir que su lucha cotidiana contra la racionalidad contribuye a ampliar la brecha entre la duda del hombre que tiene un padecimiento y el ingenuo en éxtasis, creyente devoto en la revelación de curación que se le hace." 

"Para tu dolor de espalda te vendría  fenomenal acudir a clases de yoga", "conozco a alguien que le pasa lo mismo que a ti y con unas sesiones  de Reiki  se le curó", "para la tristeza, nada mejor que unas flores de Bach", "desde que hago el control mental me concentro mucho mejor"…  Seguramente todos tenemos algún amigo  o familiar  que nos ha recomendado acudir a alguna de estas terapias alternativas para cualquier dolencia o malestar, pero, ¿hay algo más detrás de estas prácticas o son sólo eso, distintas técnicas de curación?, ¿son compatibles con la fe católica o debemos mantenernos alejados de ellas?

Sería imposible enumerar todos los brotes de la Nueva Era en su inmensa y extensa operación milenaria y maligna sobre la tierra, pero es necesario recordar que el diablo sabe que el alma del hombre, y especialmente de aquel que ha sido bautizado en Jesucristo y ha recibido el Espíritu Santo, busca ese alimento espiritual en todo momento, porque Dios le ha dado esa Gracia. Por esto, después de hacer caer al hombre en las tentaciones de la carne y del mundo, de tenerlo ya esclavizado a estas debilidades, "enamorado" a todo ello, inicia una etapa de espiritualización en la cual le da un nuevo bautismo: el bautismo esotérico, a lo mágico.  Le reemplaza toda su sed del verdadero amor a Dios por una sed y hambre por las riquezas y los placeres terrenales y para esto lo coloca en un territorio de ambiciones en el cual se puede afiliar con facilidad a falsas filosofías y falsos dioses. Lo convierte en un adorador a su amor propio. Atrapado en esta red se asegura que el camino a Dios quede cerrado por las creencias que despiertan las prácticas y enseñanzas falsas que llenan el corazón de una espiritualidad mágica y espectacular, donde existen los falsos milagros y las falsas sanaciones, la falsa paz y el falso amor. Esta es la filosofía del infierno. Esta es la táctica del enemigo. Crear una zona de espiritualidad falsa, con falsos dioses, para, al final del camino, encontrarse con un alma en la hora de la muerte a la cual puede devorar eternamente con facilidad porque está completamente desnutrida, sin fuerza, por haberse separado de la fuente real de la vida que es Cristo.

¿Cómo y de qué manera provee Satanás este tetero infernal a las almas cautivas? Con una serie de propuestas y prácticas que él ofrece en estos tiempos y no es que sean nuevas ni mucho menos, sino que son algunas de las que tiene en operación en medio de los hombres de hoy. Todas ellas contienen un elemento que es común, por así decirlo: el jugo de la oscuridad, que es el Esoterismo.

Estudios científicos como el del psiquiatra y criminólogo francés Jean-Marie Abgrall en su libro "Los charlatanes de la salud" pasa revista a las terapias alternativas y métodos que se suponen curativos y que, en la actualidad, deslumbran a millones de personas. El autor prueba la irracionalidad que se oculta tras la homeopatía, la gemotearapia, la iridiología, la reflexología, la cristaloterapia y otros tratamientos en boga hoy en día. Incluso muestra la dudosa eficacia de técnicas que basan su prestigio en una "sabiduría ancestral", tales como la acupuntura y la digitopuntura y nos guía en el camino de comprender que las "nuevas" terapias promovidas por la Nueva Era sostienen elementos doctrinales traídos del esoterismo, del gnosticismo o de las religiones orientales. La visión que tienen de Dios suele ser impersonal, refiriéndose a'lo divino', en la mayoría de los casos panteísta, como si todo formara parte de la divinidad, sin distinción, como una energía que todo lo invade, liquidando así la posibilidad de toda relación entre un Dios personal y la creatura".

Hay estudios como el del psiquiatra Jean-Marie que son rigurosos y documentados y revelan los fundamentos falsamente científicos de "tratamientos" que, en el mejor de los casos, funcionan como meros placebos y, en el peor, pueden poner en riesgo la vida espiritual y corporal de la víctima.

Los errores de la Nueva Era han invadido incluso muchos sectores de nuestra Iglesia y han sido los causantes del cierre de muchísimas comunidades religiosas de varios siglos de tradición, que han caído en manos del maligno, por practicar tradiciones paganas, mágicas y ocultistas de todos los niveles. La contaminación de estas prácticas al corazón de la vida Cristiana, es alarmante y es necesario tener una estricta posición al respecto.


El reiki, no es para católicos

Un Católico no debe practicar reiki, ya que supone la iniciación esotérica en contenidos espirituales opuestos a la fe cristiana. Aunque muchos intentan'cristianizarlo', la verdad es que si uno profundiza conviven con una imagen de Dios panteísta, asimilando creencias como la reencarnación y creyendo que canalizan al Espíritu Santo a través de sus manos como si fuéramos una'antena energética'. El Reiki está basado en el concepto de que todo el universo está impregnado por una fuerza divina y que el hombre se enfermará si esta fuerza en alguna manera se bloquea y no fluye bien en cualquier área del cuerpo. El Espíritu Santo es percibido a la par con las energías impersonales del Chi, Prana o Bio plasma. Por tanto es totalmente contrario a la fe Cristiana en toda su filosofía y este hecho es lo suficientemente evidente como para que el Comité Doctrinal de la Conferencia Estadounidense de Obispos Católicos (USCCB) publicara en 2009 un documento alertando sobre esta práctica. En él, los obispos recalcan que "para un católico, creer en la terapia reiki plantea problemas irresolubles" y añade que "en términos del cuidado de la salud física propia o la de los demás, emplear una técnica que no tiene apoyo científico (ni siquiera plausibilidad) por lo general no es prudente".