Segundo Hábito
El segundo hábito es, por lo menos, quince minutos de oración en silencio. Puedes agregar otros quince minutos extras en otro momento del día. Después de todo, ¿quién no desea pasar más tiempo con tan excelente compañía? La oración es una conversación uno a uno, directa con Jesucristo, preferentemente frente al Santísimo Sacramento en el Sagrario. Esta es tu hora de la verdad o tu momento superior. Si lo deseas puedes abrirte y hablar acerca de lo que está en tu mente y en tu corazón. Al mismo tiempo adquirirás el hábito de escuchar cuidadosamente y meditar, como otra María (Lc. 10.38-42), para ver qué es lo que Jesús te está pidiendo y que te quiere dar. Es aquí que nosotros comprendemos su dicho: "Sin Mí, nada pueden hacer."