«Finalmente, a todos es dado oponer y mostrar aquella fortaleza que es propia de los cristianos, y con la cual no raras veces se quebrantan los bríos de los adversarios y se desbaratan sus planes. Fuera de que el cristiano ha nacido para el combate, y cuanto éste es más encarnizado, tanto con el auxilio de Dios es más segura la victoria. “Confiad: yo he vencido al mundo”» S.S. León XIII, "Sapientiae Christiane."