Presentamos algunos fragmentos de los escritos de Alicja Lenczewska. Szczecin (1934 – 2012). Una mística a quien se le concedió el don de conversar con Jesucristo.

Cristo nos transmite a cada uno de nosotros un mensaje para los últimos tiempos.

† Tu misión es dar testimonio de mí. Haz esto en todo momento. Busca las ocasiones para ello y créalas. 

Es necesario ayudar a las personas y solo hay que darse prisa para que no sea demasiado tarde para ellas, antes de que se termine el plazo que se les ha dado. Antes de que se termine el tiempo concedido a este mundo. Ya queda poco tiempo. Muy poco...

La acción del Mal se intensifica

† El objetivo de la actividad de los que están al servicio de Satanás en el mundo es engañar al mayor número de almas y lanzarlas al abismo del Mal. […] La vida en la tierra es una preparación para la vida eterna y al mismo tiempo una libre elección de la calidad de vida, ya sea en unión con Dios o con Satanás. Yo me sirvo del amor y la verdad, porque soy el Amor y la Vida, y llevo a la unidad. Mi enemigo se sirve del odio y la mentira porque son la esencia de su ser, y él lleva a la división. Hay que revestirse por tanto de la coraza espiritual de la que habla san Pablo (Ef 6, 10–18) y rechazar todo mal, aunque solo sea apariencia de mal.

Los ámbitos de la vida que ataca de un modo especial son : el corazón, la mente y el cuerpo. El corazón lo ataca por medio de la soberbia, la vanidad, la obstinación, el miedo, el rechazo de la espiritualidad, el comportamiento grosero, el egoísmo. La mente, por medio de la necedad, la superficialidad, lo ilusorio, la mentira, la desconfianza, la ignorancia. El cuerpo, es atacado cuando es considerado como el valor supremo. El cuerpo de la mujer por medio de su comercialización y el hecho de considerarlo como una fuente de placer. […] 

Los frutos están a la vista, incluso para las personas que son poco reflexivas, a pesar de que se lleve a cabo de forma sistemática hasta llegar a la insensibilidad, la anestesia y la profundización del sentimiento de impotencia, hasta acostumbrarse a la perversión, al mal, a las atrocidades, y acabar considerando todo esto como algo normal e incluso como síntomas del progreso de la civilización...lo cual supone un aturdimiento absoluto de las personas, empujándolas hacia las garras de Satanás e incluso haciendo que ellas mismas lleguen hasta allí. 

Vosotros, mis hijos fieles, mediante vuestra entrega y sacrificio heroico estáis llamados a vencer junto conmigo y con María, para participar en la renovación de la faz de la tierra y en mi triunfo en las almas humanas.

La victoria vendrá por medio de María

† El Inmaculado Corazón de mi Madre vencerá. Ella es la Madre de la Iglesia, la cual siempre es santa, independientemente de los pecados e infidelidades de muchos de sus hijos. Yo soy la santidad de la Iglesia, apóstoles míos, entregados a mi servicio, quienes por el sacrificio del martirio sois el fundamento, la roca y la bóveda de mi Templo en donde yo estoy vivo y real, y en donde por medio de mis servidores nutro a mis hijos, devuelvo la vida y llevo a la Casa del Padre.

Mi Iglesia sufre, al igual que Yo también sufrí ; está cubierta de heridas y sangra, al igual que Yo también estuve cubierto de heridas y marqué el camino hacia el Gólgota con mi propia sangre. La Iglesia es escupida y deshonrada, como también mi Cuerpo fue escupido y maltratado. Se tambalea y cae, al igual que Yo bajo el peso de la cruz, porque la Iglesia también lleva la cruz de mis hijos a lo largo del tiempo. Y se levanta y va hacia la resurrección a través del Gólgota y la crucifixión que padecieron tantos santos. […]

El camino hacia la salvación pasa por la purificación del mundo y de cada hijo en esta tierra del veneno satánico del pecado original. Vendrá una purificación que, a la luz de la Verdad de Dios, dejará al descubierto la mentira de los hijos de las tinieblas ; y cada hombre, por propia voluntad, a la luz de esta verdad, tendrá que elegir entre el Reino de mi Padre o entregarse por toda la eternidad al padre de la mentira. Y será liberado el mundo del enredo de la Gran Prostituta, de la iglesia del anticristo y de aquellos quienes le sirvieron de entre mis hijos. 

La regeneración de mi Iglesia, para que brille el pleno resplandor de la santidad de Dios, vendrá por medio de María. El tiempo presente exige de los hijos una Verdad heroica, la fe, la esperanza y el amor. Es necesario discernir los signos de los tiempos a la luz de la oración y de la palabra de Dios, y poner en práctica la llamada de mi Madre y de mi amado siervo Juan Pablo II, y orar y hacer penitencia por la salvación de mis hijos extraviados.

El rosario, arca de salvación

† Hoy, Jesús llora por el mundo entero igual que lloró por Jerusalén y se lamentó por las ciudades de Sodoma y Gomorra, las cuales no eran peores que el mundo actual. 

Así como antiguamente Dios salvó a las personas que le eran fieles y que no se habían manchado con el pecado, del mismo modo también ahora desea salvar a quienes guardan su Amor. Aquello que fue el arca para la familia de Noé, lo que para Lot fue el tener que abandonar la ciudad que tenía que perecer, eso mismo es hoy en día el Rosario.

El Rosario, rezado junto con María ante el Corazón de Jesús Misericordioso, es como un arca de salvación para tu alma y para las almas de quienes deseas salvar de la avalancha del mal que ha inundado el mundo.

El Rosario te alejará de lo que ha de ser reducido a cenizas, para que eso no destruya las almas humanas que han sido creadas para ser santas ante Dios. 

El tiempo del sacrificio de la Iglesia

† Los cristianos y la Iglesia tienen que ser crucificados para que se complete mi Sacrificio y para que llegue la resurrección de la humanidad en el Espíritu Santo. Seguiré muriendo de nuevo en mi Pueblo para que el Espíritu Santo regenere la humanidad.

Ahora es el tiempo del sacrificio de la Iglesia, el tiempo del sacrificio de los cristianos, el tiempo del Sacrificio de la Cruz de mi Cuerpo que es la Iglesia. Es necesario el testimonio de la fe, la oración y la mortificación para salvar la humanidad y rescatar el mundo de Satanás. La Iglesia tiene que morir, para así poder renacer de nuevo mediante la resurrección, con toda la fuerza de Dios, para finalmente brillar con el resplandor del Espíritu Santo.

No tengas miedo de la Cruz. Ponte de pie ante ella confiadamente y mira con amor el amanecer de la Resurrección que está llegando. 

El tiempo de la gracia continúa : tiempo de conversión, de rechazar el mal, de salvar a muchos mediante el sacrificio de mis hijos, hijos del Amor. Todo aquel que se pone ante la Cruz, que la acoge, está también con María, la Madre Dolorosa que ayuda a permanecer en el Amor y a vivir el Sacrificio. Por medio de Ella volveré de nuevo al mundo en esplendor y fuerza como Vencedor y Rey.

Tomado de la revista "Amaos", de Polonia.