A continuación, un artículo de André Levesque de One Peter Five (1P5) que, por su importancia y extensión, lo dividiremos en dos partes.

Cuando nos adentramos a indagar en el Mundo de Dios, suelen ser los pequeños detalles los que nos brindan sorpresas. Consideren la reacción de la mayoría de las personas bíblicas cuando se encuentran con criaturas divinas tales como ángeles, sin mencionar al Mismísimo Creador. Al reconocer que se toparon con lo sobrenatural, casi invariable e inmediatamente caen al suelo en adoración [1]. Esto nos brinda algunas percepciones. Primero, en las culturas antiguas era costumbre inclinarse o postrarse ante alguien de mayor autoridad como signo de respeto y sumisión [2]. Y además revela el conocimiento innato de nuestras almas de haber sido creados para nuestro Creador así como el desear unirnos a Él, pero siendo infinitamente indignos de Él. Nuestras almas reconocen nuestra indignidad y la manifestación de este reconocimiento es inclinarnos hacia el suelo en adoración.

¿Cegarse ?

¿Cuál es nuestra reacción al encontrarnos con Dios ? ¿Acaso nos encontramos con el Dios trino como lo hacían las personas bíblicas ?

Todo creyente católico admitiría que nos encontramos plenamente con Él en la eucaristía, al menos semanalmente. Parecería, en este caso, que tenemos suficiente evidencia empírica como para determinar la disposición de los católicos de hoy al encontrarse con Jesús cara a cara. En la mayoría de las parroquias norteamericanas se ve a la mayor parte de los asistentes de pie delante del sacerdote o de los ministros extraordinarios de la comunión, extendiendo sus  manos para recibir a Jesús. Éste es un fuerte contraste con lo que vemos en aquéllos de la Biblia.

Ahora surge una pregunta. ¿Esas personas de la Biblia sólo se inclinan ante sus viejas normas sociales o están expresando la dulía reservada a las creaturas que tienen la visión beatífica y, más importante aún, la latría debida a Dios ? Pareciera que estaban expresando la debida reverencia, la debida adoración. ¿Por qué los católicos de hoy no ofrecen el mismo nivel de adoración a nuestro Salvador hecho carne en la eucaristía ?

Cambio a la mano

¿Por qué instituyó la Iglesia la práctica de la comunión en la mano ? ¿Por qué invadió a toda la Iglesia en tan poco tiempo ?

Este cambio se produjo debido a la negligencia de los obispos holandeses poco después del Vaticano II. La comunión de pie y en la mano había sido hasta entonces una idea protestante implantada durante la Revolución. Después del Vaticano II, la práctica comenzó a ser utilizada en las parroquias de Holanda sin ser detenida por la Conferencia Episcopal. Este abuso se extendió a Alemania, Francia y Bélgica. Dado que se estaba generalizando, el papa Pablo VI encargó a los obispos del mundo responder preguntas acerca de esta práctica. Con la respuesta de los obispos, el Papa promulgó la Instrucción Memoriale Domini (29 de mayo, 1969). Esta instrucción incluía lo siguiente :

  •  Los obispos del mundo estaban totalmente en contra de este cambio.
  • La forma tradicional de distribuir la comunión debía ser mantenida.
  • El cambio podía conducir a irreverencia, profanación y la adulteración de la correcta doctrina.

Incluso en la conclusión del documento instó a los obispos del mundo a que mantuvieran la antigua práctica por el bien de toda la Iglesia.

Por lo tanto es llamativo que el papa Pablo VI permitiera a continuación y por razones "pastorales" un indulto a esta práctica. Podían solicitar este indulto los países que ya tenían esa práctica y una mayoría de dos tercios. Fue otorgado inmediatamente a Holanda, Francia, Alemania, y Bélgica, y hacia fines de la década de 1970 ya se había desparramado por el globo como la norma para recibir la comunión en la Iglesia Católica.

El argumento principal utilizado para defender este cambio de práctica fue el "ressourcement" (renovación) — la noción de que la Iglesia estaba volviendo a la práctica de los primeros cristianos. NE (Por motivo de espacio solo se coloca un resumen).

Recepción de la Comunión en la Historia de la Iglesia

La Iglesia Primitiva

¿Cómo recibían la comunión los primeros cristianos ? Es una pregunta difícil. La Iglesia primitiva (antes del año 313) estaba prohibida y fue perseguida durante mucho tiempo. No fue hasta que Constantino publicó el Edicto de Milán que la Iglesia comenzó a tener cierta estabilidad. Incluso entonces, los cristianos eran ampliamente perseguidos. Por esta razón no hay en existencia o que hayan sobrevivido, muchos documentos sobre las prácticas litúrgicas de los primeros cristianos. El Didache (96 A.D.) no menciona la forma de recibirla — sólo que ciertamente la recibían el día del Señor. Sin embargo, hay pistas interesantes que podemos descubrir al observar el Antiguo Testamento. Estas pistas podrían brindar ideas útiles acerca de cómo los primeros cristianos podrían haberla recibido.

En primer lugar, los tres mayores profetas del Antiguo Testamento recibieron la Palabra de Dios en sus bocas al comenzar su ministerio [3]. Además, los judíos no sabían acercarse a lo sagrado. La historia de Oza viene a la mente [4]. Sólo los Levitas, que eran consagrados por Dios, podían tocar el Arca de la Alianza [5]. Sabiendo esto, pareciera legítimo preguntarse si los apóstoles, los (obispos) consagrados por Jesús, habrán permitido a los miembros no consagrados de la Iglesia tocar el cuerpo, sangre, alma, y divinidad de nuestro Señor en la eucaristía. Si bien este argumento no es contundente, demuestra que es razonable sostener que los primeros cristianos pudieron haber recibido la comunión en la boca [6].

Era Patrística y Medieval

Avanzando hacia la Era Patrística y la Era Medieval, de las que tenemos documentación más extensa,  podemos establecer, de manera más definitiva, el modo de recepción de la comunión que se practicaba en la Iglesia. Las siguientes citas muestran que en la Iglesia la norma era la comunión en la boca :

    El concilio de Zaragoza (380) : Excomúlguese a cualquiera que ose recibir la Sagrada Comunión en sus manos. El Sínodo de Toledo (400) confirma esta sentencia.

    Papa San León Magno (440–461) : "Hoc enim ore sumitur quod fide creditur", traducido como "Ésta es ciertamente recibida por la boca, cosa que creemos por medio de la fe" [7].

    El 6.to Concilio Ecuménico, en Constantinopla (680-681) : Prohíbase a los creyentes tomar la Sagrada Hostia en sus manos, excomulgando a los transgresores.

    El Sínodo de Córdoba (839) : condenó la secta de los llamados « casianos » por rehusarse a recibir la Sagrada Comunión directamente en la boca [8].

    El Sínodo de Rouen (878) decía : "En manos de ningún laico, hombre o mujer, debe ser puesta la Eucaristía, sino solamente en la boca".

En forma más indirecta, las siguientes citas también demuestran la práctica de la comunión en la boca en la Iglesia. Se deduce de esta premisa que, si los recipientes y las manos del sacerdote que tocan la eucaristía deben estar consagrados, no debieran ser colocadas en las manos de los laicos.

El papa San Sixto I (circa 115) : "Las Sagradas Especies no son para ser manipuladas por otros que no estén consagrados al Señor" [9].

Santo Tomás de Aquino (1225–1274) : "por reverencia a este Sacramento, nada lo toca sino lo que está consagrado, ya que el corporal y el cáliz están consagrados, e igualmente las manos del sacerdote para tocar este Sacramento" [10].


[1] Un rápido estudio del Nuevo y el Antiguo Testamento revelan varias instancias en las que esto fue verdad.
    Nb. 22:31 (Balaam cae con el rostro en tierra cuando Dios le revela el ángel que está en su camino)
    Is. 6:2 (hasta los Serafines se cubren el rostro ante la presencia de Dios)
    Mt. 2:11 (Los reyes magos al encontrarse con el niñito Jesús)
    Mt. 28:9 (María Magdalena al ver a Jesús resucitado)
    Rev. 5:14 (los ancianos en el cielo se postraron y adoraron)
    Rev. 11:16 (veinticuatro ancianos que se sientan en tronos calleron rostro en tierra y adoraron)
    Rev. 1:17 (Juan, al ver a Jesús, cayó a sus pies como si estuviera muerto)
    Mt. 28:4 (el ángel se aparece en la tumba y los guardias caen como hombre muertos)
[2] El término correcto para esta noción es Proskynesis.
[3] Is. 6:7, Jer. 1:9, Ez. 2:8–9; 3:1–3
[4] 2 Sam. 6:7
[5] 1 Chro. 15:2
[6] Por una cuestión de integridad, debo notar que en Rev. 10:10, el ángel le da de comer el libro a Juan y Juan lo toma con sus manos.
[7] “Ore” aquí está en ablativo; en el contexto denota instrumentación. Entonces la boca es el medio por el cual la Sagrade Eucaristía es recibida.
[8] Obispo Athanasius Schneider, “Dominus Est,” p.47
[9] Liber Pontificatis, ed. DUCHESNE, I (Paris, 1886), 128
[10] Summa Theologica, Part III, Q.82, Art. 3, Rep. Obj.8.