Dos oraciones cortas fueron enseñadas por el ángel de Portugal a los tres pequeños videntes en 1916:
• « Dios mío, yo creo, adoro, espero y te amo. Te pido perdón por aquellos que no creen, que no adoran, que no esperan y que no te aman ».
• « Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, yo te adoro profundamente y te ofrezco el preciosísimo Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de Nuestro Señor Jesucristo, presente en todos los Sagrarios del mundo, en reparación por los ultrajes, sacrilegios e indiferencias por los cuales Él es ofendido. Por los infinitos méritos del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón de María, os pido la conversión de todos los pecadores ».
Otras dos oraciones fueron enseñadas por Nuestra Señora en la aparición del 13 de julio de 1917:
• « ¡Oh! Jesús, es por amor a ti, por la conversión de los pecadores y en reparación por los pecados cometidos contra el Inmaculado Corazón de María! »
• « Oh Jesús mío, perdónanos nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno; y lleva al cielo a todas las almas, especialmente a las más necesitadas de tu misericordia. » (Esta oración se recita al final de cada misterio del Rosario.)
Finalmente, en la aparición del 13 de mayo, los tres videntes recitaron juntos la siguiente oración:
• « ¡Oh Santísima Trinidad, yo te adoro, ¡Dios mío, Dios mío, te amo en el Santísimo Sacramento! »