H: A mí me parece que la avaricia de los Midas no tiene límite ya que están pensando todo el tiempo en cómo multiplicar sus fortunas.
M: Pero, ¿sabes de verdad en qué consiste la fortuna de Midas?
H: Casas, coches, joyas, acciones, participaciones en grandes fondos.
M: Bueno, parte de la riqueza que has mencionado forma parte de los bienes materiales. Aparte de la tierra (propiedad), todas estas cosas sufren depreciación. Su mantenimiento es costoso. Incluso se puede afirmar que tener objetos materiales, nos empobrece. A medida que envejecen, pierden su valor, y al mismo tiempo, su mantenimiento puede suponer grandes cantidades de dinero. ¿Qué pasa con el resto de la fortuna, es decir con el dinero y sus equivalentes? ¿Le aumenta su dinero al Midas solamente con poseerlo o sufre depreciación como ocurre con los objetos materiales?
H: Responde a la pregunta, ¿qué hace Midas con los dividendos de una corporación que comercia, por ejemplo, con el petróleo o una estrella del cine con sus sueldos millonarios?
M: Midas ante todo desea que el exceso de sus medios monetarios se multiplique constantemente. Para multiplicarlo eficazmente, cambia dinero corriente por títulos de deuda. En términos sencillos, presta el dinero. Así que Midas no tiene medios monetarios disponibles, pero sí es propietario de las deudas de los demás. Los préstamos que otorga se documentan mediante acciones que representan los títulos de deuda. En su mayoría son acciones de grandes fondos.
Midas no le presta directamente a fulanito, sino que confía su dinero a los profesionales (a los grandes fondos) y ellos son los que prestan el dinero. Ellos saben cómo. Compran los bonos del gobierno, prestan a los bancos de inversión, y reciben a cambio diversas acciones, los ya mencionados derivados. La verdadera fortuna de los Midas se compone de deudas, es decir, del dinero que se supone que obtendrán en el futuro. Por lo tanto, no es dinero real que exista en estos momentos. Es dinero que Midas ganará con los futuros ingresos del deudor. Y son esos derechos a los futuros ingresos los que están creciendo de una manera excepcional. Midas tiene cada vez más dinero adeudado, dinero que se le pagará en el futuro. Dinero que es de facto, virtual.
H: Explícame exactamente en qué consiste la virtualidad de este dinero. Es que todos piensan que Midas es muy rico. En el ránking de las personas más ricas del mundo se tiene en cuenta las cantidades de todos estos valores de deuda.
M: Veo que tengo que darte un ejemplo más claro para explicar el fenómeno de virtualidad.
Imagínate que ganas en la lotería 10 millones de zł. Te conviertes en Midas. Decides que no vas a gastar todo el dinero y que tu familia y tú vais a ser ricos para siempre. Vas entonces a un asesor financiero y le preguntas qué debes de hacer.
Él propone que inviertas tu dinero en un gran fondo ya que, en su opinión, los intereses de los depósitos son demasiado bajos. Los grandes fondos dan significativamente mayor beneficio. Eres prudente, por lo que sólo entregas 5 millones al fondo y éste es el recorrido que hacen tus ahorros:
1. El fondo compra valores, mayoritariamente obligaciones. Ya que quiere parecer prudente, compra obligaciones del estado a 15 años.
2. A través del fondo, tu dinero llega al gobierno del país X. En el país X se forma la deuda pública.
3. Por lo tanto tu dinero se presta y lo vas a recuperar en 15 años.
4. Estás seguro de que lo vas a recuperar con gran beneficio.
5. Entonces, ¿en qué consiste tu riqueza?
En la seguridad de que en 15 años recibirás una gran cantidad de dinero. Tu riqueza se corresponde con una gran cantidad de títulos de deuda comprados por un gran fondo. ¿Vas realmente a recibir ese dinero dentro de 15 años? ¿Eres realmente rica? No, pero te sientes como si lo fueras. Y eso es todo lo que importa.
Piensa que tu abuela estuvo ahorrando toda su vida. No confiaba en los bancos. Cambiaba cada billete a dólares. Ella compraba los dólares siempre de la misma persona en la que sí confiaba. Se sentía segura para cuando vinieran los malos tiempos. Después de la muerte de tu abuela, tú quisiste vender los dólares. Estos resultaron ser falsos. La abuela sólo era rica en su cabeza, igual que Midas con sus títulos de deuda (bonos, etc.) a los que, de hecho, no necesitaba. Midas tiene suficientes medios monetarios corrientes para llevar una vida de lujo incluso si no se le pagase por esos bonos (el país podría declararse insolvente, o podría estallar una guerra). Midas se siente como un multimillonario y las personas a su alrededor piensan lo mismo de él.
Midas tiene títulos de deuda, es decir dinero que todavía no existe. El dinero para pagar esos títulos se creará a partir de las ventas futuras de la producción y de los futuros impuestos que pagarán los ciudadanos de los países endeudados. Así que es una fortuna completamente virtual.
H: Pero Midas no tiene por qué esperar al término de la recompra de los títulos de deuda, ¿verdad? Puede vender estos valores antes, es decir vender la deuda y recibir dinero real.
M: Sí, eso es verdad. El negocio que se hace con los valores de deuda, es decir, con el traspaso de los beneficios de la deuda a un nuevo objeto, da la equivocada impresión de que la propia deuda, a la que se trata como un producto, es algo real. El comercio con las deudas reporta enormes beneficios a los intermediarios. Te he mencionado anteriormente que el 10% del PIB de Gran Bretaña se compone de los beneficios de este comercio.
H: ¿Es realmente cierto que se compra y vende más en el mercado financiero que en el mercado de mercancías?
M: Sí. El 99,98% del valor de todas las transacciones proviene de los mercados financieros. Sólo el 0,02% de todo el comercio mundial es el comercio de mercancías.
H: El comercio con valores de deudas probablemente se detendría si Midas llegara a dudar del cobro de las deudas.
M: Esto es en lo que consiste la crisis financiera. Midas prestó al gobierno polaco, por ejemplo, un millón de dólares, para la emisión de bonos, y ahora se entera por las agencias de calificación de que no vamos a ser capaces de pagar esa deuda. Nada: ni las sumas prestadas, ni los intereses.
H: Ahora entiendo qué quiso decir Tusk cuando dijo que Polonia tiene que recuperar la confianza de los mercados financieros. Esto significa que tenemos que convencer a los Midas de que vamos a apretar nuestros cinturones y subir los impuestos tanto que vamos a poder pagar todas las deudas. ¿Los Midas realmente recuperarán todo su dinero?
M: Eso es imposible. La deuda mundial: las deudas de los gobiernos, de las empresas, las deudas hipotecarias y del consumidor, son 2000 veces más altas que el valor de la producción mundial del PIB. Los economistas lo llaman la burbuja especulativa. Sin duda, no hay ninguna posibilidad de que la deuda pueda llegar a saldarse. Si la burbuja estalla y nosotros nos volvemos más conscientes, entonces dejaremos de tratar el dinero como una mercancía más. Los intereses y la especulación desaparecerían.
H: ¿Es decir desaparecerían los mercados financieros?
M: Sí.
H: Madre, ¿quieres decir que les mandas a Wall Street y la City a que se jubilen?
M: A la vista de los sueldos millonarios que tiene esa gente, han debido de trabajar muy duro y se merecen un descanso.