Los Obispos de Estados Unidos declaran no cristiana la terapia Reiki

El Reiki, medicina alternativa japonesa, carece de credibilidad científica y está fuera de la fe cristiana, haciéndola inaceptable para las instituciones sanitarias católicas, indicaba la Conferencia Episcopal de Estados Unidos.

El 29 de marzo, la Conferencia publicaba las "Directrices para la Evaluación del Reiki como Terapia Alternativa", desarrolladas por su comité doctrinal, presidido por el obispo de Bridgeport, Connecticut, Mons. William Lori, y aprobadas por el comité administrativo el viernes 28 de marzo.



El documento observa que "la Iglesia reconoce dos clases de curación: la curación por la gracia divina y la curación que utiliza los poderes de la naturaleza", que "no se excluyen una a otra".

El Reiki, sin embargo, "no encuentra apoyo ni en los descubrimientos de la ciencia natural ni en la fe cristiana", explicaba.

Las directrices indican que esta técnica de curación "fue inventada en Japón a finales del ochocientos por Mikao Usui, que estudiaba los textos budistas".

El documento añade: "Según las enseñanzas del Reiki, la enfermedad es causada por alguna clase de disfunción o desequilibrio en la'energía vital'de uno. Un médico Reiki efectúa la curación colocando sus manos en ciertas posiciones sobre el cuerpo del paciente para facilitar el flujo del Reiki, la'energía vital universal', del médico Reiki al paciente".

Explica más adelante que la terapia tiene algunos aspectos de religión, siendo "descrita como una clase de curación'espiritual'", con sus propios preceptos éticos o "forma de vida".

El Reiki "no ha sido aceptado por las comunidades científica y médica como una terapia eficaz", observaban las directrices. "Estudios científicos serios atestiguan que el Reiki carece de eficacia, así como de una explicación científica plausible sobre cómo pudiera llegar a ser eficaz".

Tampoco la fe puede ser la base de esta terapia, afirmaban los obispos, puesto que el Reiki es diferente de la "curación divina conocida por los cristianos".

Explicaban que "la diferencia radical se puede ver de forma inmediata en el hecho de que el poder de curación del médico Reiki está a disposición del ser humano". Para los cristianos, afirmaban, "el acceso a la curación divina se hace a través de la oración a Cristo como Señor y Salvador", mientras que el Reiki es una técnica que se transmite de "maestro" a alumno, un método que "según parece producirá los resultados previstos".

Las directrices establecen: "Para un católico creer en la terapia Reiki presenta problemas insolubles. En términos de curación de la salud física propia o de los demás, emplear una técnica que no tiene apoyo científico - ni incluso verosimilitud - es, por lo general, imprudente".

A nivel espiritual, el documento indica que "existen peligros importantes". Y explica: "Para usar el Reiki habría que aceptar, al menos de forma implícita, elementos centrales de la visión del mundo que subyace tras la teoría Reiki, elementos que no pertenecen ni a la fe cristiana ni a la ciencia natural".

"Sin justificación ni de la fe cristiana ni de la ciencia natural, por tanto, un católico que ponga su confianza en el Reiki estaría actuando dentro del ámbito de la superstición, esa tierra de nadie que no es ni fe ni ciencia".

"La superstición corrompe el culto a Dios volviendo hacia una dirección falsa los sentimientos y la práctica religiosa. Aunque en ocasiones la gente cae en la superstición por ignorancia, es responsabilidad de todos los que enseñan en nombre de la Iglesia eliminar tal ignorancia tanto como les sea posible".

El documento concluye, "puesto que la terapia Reiki no es compatible ni con la enseñanza cristiana ni con la evidencia científica, no sería apropiado que instituciones católicas, como establecimientos sanitarios católicos y centros de retiros, o personas que representan a la Iglesia, como capellanes católicos, promuevan o proporcionen terapia Reiki".


Prensa española sostiene que el Gobierno analiza suprimir símbolos religiosos

España avanza hacia la aconfesionalidad

MADRID, 04 Jun. 09

El Gobierno eliminará símbolos religiosos de lugares y actos públicos. Justicia primará el cumplimiento de la ley sobre la objeción de conciencia.

El diario Público informó que el Gobierno analiza la posibilidad de suprimir los símbolos religiosos en cuarteles, hospitales, cárceles y colegios públicos, y también en funerales de Estado o actos de toma de posesión de cargos en la función pública.

Según el diario, el ministro de Justicia, Francisco Caamaño, ya anticipó la medida al decir que "es preciso crear espacios públicos de neutralidad religiosa" como uno de los puntos fundamentales de la reforma.

"La normativa, que está muy avanzada, según dijo el propio Caamaño, se llamará Ley de Libertad Religiosa y de Conciencia, ya que, por vez primera en España, regulará también la objeción de conciencia y los derechos de los que no profesan ninguna religión", informó Público.

La reforma legislativa se presentaría antes de fines de año.


Sesenta Obispos ven "cierto descontento en la democracia"

Concluye asamblea del Celam y anuncian que próxima será en Uruguay * El informe ratifica un compromiso con quienes han sido "objeto de calumnia, de descrédito, e incluso de violencia…"

En el informe final de la XXXII Asamblea del Celam, los Obispos latinoamericanos de la Iglesia Católica plantearon inquietudes relacionadas con un "cierto desencanto de la democracia" y la fragilidad de los Estados para garantizar los derechos humanos en los países de Latinoamérica.

"Al compartir las realidades de nuestros países, hemos constatado los desafíos del momento actual: la crisis económica global, el repunte de la pobreza en varios países, cierto desencanto de la democracia que ha llevado a la búsqueda de nuevos modelos políticos mezclados con populismo, la fragilidad de nuestros Estados para garantizar plenamente los derechos humanos, la corriente secularista que silencia valores religiosos y morales…", indica un fragmento del escrito.

En el documento también se hace un pronunciamiento a favor de los perseguidos del Episcopado y se ratifica un compromiso con quienes han sido "objeto de calumnia, de descrédito, e incluso de violencia…" El escrito se apoya en una cita del evangelio de San Mateo que exhorta a quienes han sido "perseguidos" y víctimas de falsedades: "Dichosos los perseguidos por causa de la justicia porque de ellos es el reino de los cielos. Dichosos serán ustedes cuando los persigan, y digan contra ustedes toda clase de calumnias por causa mía. Alégrense y regocíjense, porque será grande su recompensa en los cielos, pues así persiguieron a los profetas que vivieron antes que ustedes (Mt 5, 10-12)".

La Iglesia es testimonio creíble

De manera general, en alusión a los problemas que viven los países latinoamericanos, el mensaje expresa: "nos duele constatar la embestida en varios de nuestros países, que arguyendo progreso y desarrollo, pretenden llevarnos a la dictadura del relativismo".

Por otra parte, en el informe la Iglesia Católica reivindica su posición ante la sociedad y manifiesta que su voz es creíble. "El testimonio de unidad en la Iglesia en los tiempos actuales se convierte en piedra angular para dar un testimonio creíble a la sociedad", indica el mensaje eclesiástico.

El vocero oficial del Celam, Monseñor Héctor Gutiérrez, admitió que las relaciones entre la Iglesia Católica y los gobiernos de Venezuela y Bolivia son tensas. 

El 14 de mayo finalizó la XXXII Asamblea plenaria del Celam que se realiza cada dos años. La próxima reunión será en Uruguay. Los 60 obispos representantes de las 22 Conferencias Episcopales de América Latina y el Caribe, estuvieron concentrados toda la semana en el Seminario Nacional de Nuestra Señora de Fátima, ubicado en Managua.


"Doctrina social de la Iglesia", factor de estabilidad social: clave del Papa a los obispos de Venezuela

Recibidos con ocasión de su visita "ad limina"

Obispos y sacerdotes unidos, y laicos formados y comprometidos en la difusión de la Doctrina Social de la Iglesia

Marta Lago (Roma) Cope

Los retos que deben afrontar los obispos venezolanos en su labor pastoral "son cada vez más abundantes y difíciles", además "incrementados por una grave crisis económica mundial", reconoció Benedicto XVI al recibir hoy a los prelados –que llevan a cabo estos días su quinquenal visita "ad limina"-.  

"Para llevar a cabo una fructífera acción pastoral es indispensable la estrecha comunión afectiva y efectiva entre los Pastores del Pueblo de Dios", indicó el Santo Padre, apuntando a que se presente atención especial, en tal espíritu de comunión, a los sacerdotes.  

Por su parte, como los laicos "están llamados a iluminar y ordenar las realidades temporales de modo que respondan al designio amoroso de Dios", se requiere su madurez, su testimonio fiel. Por ello se les debe ofrecer "un adecuado conocimiento de la doctrina social de la Iglesia", subrayó Benedicto XVI.  

De hecho, "irradiar la luz del Evangelio sobre los acontecimientos de mayor relevancia" que afectan al país latinoamericano carece de otro interés que "la difusión de los más genuinos valores cristianos -puntualizó-, con vistas también a favorecer la búsqueda del bien común, la convivencia armónica y la estabilidad social". 

En su saludo previo, el presidente de la Conferencia Episcopal Venezolana, monseñor Ramón Santana Sequera -arzobispo de Maracaibo- mencionó "el difícil camino que recorre el pueblo venezolano desde hace una década", pues en el país "se ha impuesto un nuevo proyecto político" –"socialismo del siglo XXI"-, "de talante revolucionario, que ha introducido profundas modificaciones en toda las dimensiones de la vida nacional", y "ha contado para su implantación con ingentes ingresos provenientes del petróleo y ha causado crecientes polarizaciones económicas, sociales y culturales".  

Esta deriva política, según el prelado, "ha polarizado el país y lo ha dividido en grupos contrapuestos"; "ha aumentado la violencia, la inseguridad y el odio, poniendo en serio riesgo la convivencia democrática". 

Ante este panorama, el episcopado de Venezuela ha actuado "con unanimidad" exhortando –de acuerdo con su misión religiosa y evangelizadora- "al entendimiento, al diálogo y a la reconciliación", apelando "a las raíces cristianas" del país, "recordando a gobernantes y gobernados los principios de la Doctrina Social de la Iglesia", defendiendo a los más pobres, el bien común y la construcción de la convivencia democrática. Todo ello "nos ha traído no pocas incomprensiones y ataques por parte de algunos sectores de la sociedad y del gobierno", expresó monseñor Santana Sequera.  

El Papa no quiso concluir su discurso, pronunciado a continuación, sin dar a los prelados "una palabra de esperanza y aliento en vuestra tarea", asegurando su "apoyo, solicitud y cercanía espiritual". Además les animó en la "apasionante tarea de evangelización" que han emprendido con la "Misión para Venezuela", en línea con la Misión Continental promovida por la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe, en Aparecida.  

Del Santo Padre los obispos de Venezuela reciben la invitación "a incrementar las iniciativas para dar a conocer en toda su integridad y hermosura la figura y el mensaje de Jesucristo", una tarea que debe pasar, necesariamente, por "una buena formación doctrinal de todo el Pueblo de Dios" y por una "profunda vida de fe y oración".


Renovación de la Consagración de España al Corazón de Jesús

España va a renovar su consagración al Sagrado Corazón de Jesús. El acto tendrá lugar el 21 de junio en el Cerro de los Ángeles de Madrid con una celebración eucarística. 

ROMA - ZENIT

El 21 de junio de 2009 tendrá lugar en el Cerro de los Ángeles de Madrid la renovación de la Consagración al Sagrado Corazón de Jesús de toda España. Hace 90 años se realizó esta, por medio del rey Alfonso XIII.

Es un acto emblemático, tanto por el lugar como por la fecha: Se trata del punto céntrico geográfico de la Península Ibérica, donde se levanta una imagen en honor al Corazón de Jesucristo.  

Al mismo tiempo, se cumplen 90 años de que el monarca Alfonso XIII pronunciase la consagración de España, en presencia de la jerarquía.  

En la última reunión Plenaria de la Conferencia Episcopal, el cardenal Antonio María Rouco, arzobispo de Madrid, extendió una invitación a la Iglesia española para participar en este acto, a realizar el domingo 21, a las 10:00 de la mañana.   

La noche anterior tendrá lugar una vigilia para jóvenes, comenzando a medianoche, y que se extenderá hasta las 8:30 de la mañana. 

--España consagrada al Sagrado Corazón de Jesús. ¿Por qué es necesario un acto de este tipo en estos momentos?  

--Monseñor Munilla: Dentro de diez años tendrá lugar el centenario de la consagración de España, y es de esperar que entonces celebremos con mayor solemnidad el aniversario... Sin embargo, en este delicado momento que atraviesa la sociedad española, parece conveniente que realicemos un "gesto profético", expresando nuestra confianza en la misericordia de Dios, única capaz de sanar tantas heridas.  

En efecto, la secularización y el relativismo son generadores de nuevas formas de pobreza que necesitan sanación: la ruptura de la familia, la inconstancia, la vivencia obsesiva del sexo como compensación por la carencia de un amor estable, la soledad, el aislamiento y la falta de experiencia de la amistad, las adicciones provocadas por un uso compulsivo de las nuevas tecnologías, la manipulación del sentido de la historia y del pensamiento humano, etc... Todo ello es indicativo de las heridas interiores de nuestra generación, que a veces tratamos de disimular con una especie de "huida hacia adelante".   

Pero lo cierto es que cuando el ser humano se cierra al misterio del amor, paradójicamente, "mendiga" afectividad; y lo suele hacer de una forma autodestructiva y hasta ofensiva.  

En los momentos de crisis se suele reaccionar de dos maneras: bien sea sucumbiendo, o bien redescubriendo nuestras raíces y volviendo al amor primero. Por ello, nosotros recurrimos a renovar la consagración.   

Estamos convencidos de que el misterio del Corazón de Cristo tiene un mensaje de salvación para esta generación.   

--El acto no quiere tener connotaciones políticas sino religiosas. Rezar. Orar para que España tome un rumbo positivo. ¿Qué es lo que a usted le preocupa más de lo que pasa en el país?   

--Monseñor Munilla: El mayor problema, sin lugar a dudas, es nuestra secularización interna. Los embates agresivos del laicismo contra las raíces cristianas de España no tendrían tanta efectividad, si nuestra adhesión a Cristo y a su Iglesia fuese más firme.  

Decía San Agustín que el "enemigo" combate contra los seguidores de Cristo bajo dos estrategias distintas: los halaga para seducirlos o los atemoriza para doblegarlos. Sin duda alguna, la primera estrategia es mucho más temible que la segunda. En consecuencia, la medicina es nuestra conversión; para la cual dirigimos nuestra mirada al Corazón de Cristo.  --Desde fuera se sigue hablando de la "católica España". ¿Es una imagen real?  

--Monseñor Munilla: Las raíces católicas de España son incuestionables, pero ¡no cabe vivir mucho tiempo "de las rentas"! La pérdida de tensión hacia la santidad, unida a la tentación de materialismo, hedonismo, frivolidad, combinado todo ello con ideologías liberales, pueden debilitar en poco tiempo una tradición católica labrada a lo largo de los siglos.  

Esta situación ha originado una crisis de identidad muy notoria, ya que es obvio que en España no existe una cultura ni una historia al margen de sus raíces cristianas. Cuando la secularización nos "roba" el "alma cristiana", se genera en nosotros una especie de suicidio espiritual.  

Y, sin embargo, al mismo tiempo están surgiendo entre nosotros nuevos brotes de vida cristiana, que son un indicio muy esperanzador de que el Espíritu Santo continúa dirigiendo nuestra historia, incluso en momentos difíciles.