"Reza mucho las oraciones del Rosario. Solo yo puedo todavía salvarles de las calamidades que se acercan"

Envuelta en una luz brillante, la imagen se volvió viva y habló con una voz de una belleza indescriptible. 

El papel de María en la historia de la salvación del género humano, su colaboración única y sublime en la obra de su divino Hijo Jesús, hacen que la Iglesia proponga a la Madre de Jesús como modelo de obediencia, en contraste con la desobediencia de Eva. 

"Dios no prescindió de su Madre… Jesús mismo nos la entregó como madre; no en cualquier momento, sino en la cruz: "He aquí a tu madre" (Jn 19, 27). Nuestra madre, la santísima virgen María, debe ser acogida cada instante en nuestra vida. Ella es la Reina de la Paz, que vence el mal y nos conduce por los caminos del bien, que restaura la unidad entre sus hijos, que educa en la compasión. 

La Iglesia nos invita cada instante a encomendarnos a María: "Santísima madre María, tómanos de la mano, aferrados a ti podremos pasar por los caminos más difíciles de la historia. De tu mano, llévanos a redescubrir los vínculos que nos unen. Reúne a todos bajo tu manto, en la ternura del amor verdadero, donde se reconstituye la familia humana: « Bajo tu protección buscamos refugio, Santa Madre de Dios »." Papa Francisco, homilía del 1 de enero de 2019, Basílica de san Pedro. 

María tiene un solo deseo como sierva del Señor: guiar a todos los seres humanos, a todos sus hijos, pues nos ha sido dada como Madre para conducir a todos hacia su Hijo Jesús « Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Nadie va al Padre sino por mí » (Jn 14, 6).Y como dijo a los siervos en la fiesta de bodas de Caná: "Haced lo que Él os diga" (Jn 2,5) María nunca cesa de repetir este mensaje de conversión a través de todas sus apariciones en todo el mundo a lo largo de los siglos. Dieciséis de estas apariciones marianas fueron reconocidas oficialmente por la Iglesia Católica Romana, incluyendo Fátima en 1917, Lourdes en 1858 y Akita en 1973.

En este artículo hablaremos sobre una de estas dieciséis apariciones que ha sido reconocida y aprobada por la Iglesia; la que tuvo lugar en Akita, Japón en 1973 y de la cual este año 2023, celebramos su quincuagésimo aniversario en donde María entregó tres mensajes importantes para la humanidad. 

                                                             A. Pilote 

En los años sesenta, un sacerdote alemán regaló a un pequeño convento de las Siervas de la Eucaristía, en Akita, en el norte del Japón, una estampa con la imagen y la oración traducida al japonés de "Nuestra Señora de Todos los Pueblos". Después de la milagrosa curación de una novicia atribuida a esta devoción, la superiora del claustro quiso expresar su gratitud, y encargó a un escultor budista, tallar en madera una réplica exacta de la imagen de "Nuestra Señora de Todos los Pueblos", de casi un metro de alto. La imagen representa a María, con rasgos faciales orientales, de pie, sobre el globo terráqueo, con los brazos abiertos y extendidos hacia abajo, delante de la Cruz, la cual esta encajada sobre la tierra. 

Sucedieron muchos prodigios

La imagen lloró un centenar de veces en un periodo de varios años. Una herida en forma de cruz de la mano derecha de la estatua sangró, y también sudó abundantemente, emanando un dulce perfume. Una mujer coreana con cáncer terminal en el cerebro sanó repentinamente cuando rezaba ante la imagen, en 1981. Este milagro fue confirmado por el Dr. Tong-Woo-Kim del Hospital de Seúl, y por el Padre Theisen, presidente del Tribunal Eclesiástico de la Archidiócesis de Seúl, Corea del Sur. 

Cientos de personas presenciaron estos sucesos. Un análisis de la sangre y las lágrimas de la imagen realizado por el profesor Sagisaka de la facultad de Medicina de la Universidad de Akita, confirmó que el sudor, la sangre y las lágrimas eran humanas.

Durante varios años la imagen sangraría y derramaría lágrimas, hasta que todos los fenómenos desa-parecieron en 1981.

La hermana Agnes nació antes de tiempo (1931) y, por lo tanto, tuvo dificultades por su constitución débil en la mayor parte de su infancia. Nació y creció dentro de una familia budista, a los 19 años sufrió su primera prueba en la vida: fue alcanzada por una parálisis del sistema nervioso central, como resultado de un error en una apendicectomía. Estuvo físicamente inmóvil durante varios años, y fue trasladada a un hospital a someterse a una operación tras otra.

Mas tarde, en una clínica en Myoko, Japón, se hizo amiga de una enfermera que era una ferviente católica. Bajo el cuidado de esta enfermera, la salud de Agnes mejoró y fue aquí donde dio sus primeros pasos en la fe cristiana y a la edad de veinticinco años, finalmente se convierte al catolicismo. Su amor a Dios creció tanto que Agnes deseaban ingresar a una comunidad religiosa

Vivió un tiempo con mejor salud y Agnes se unió a las Hermanas de la Junshin en Nagasaki. Cuatro meses más tarde tuvo una recaída repentina de salud y necesitó ser llevada de vuelta a la clínica en Myoko. Su condición llegó a ser tan crítica que pasó diez días en coma. Las Hermanas de la Junshin oraron por su recuperación y le enviaron un poco de agua del santuario de Nuestra Señora de Lourdes, Francia. Inmediatamente después de sorber el agua bendita, Agnes recuperó la conciencia. Sus miembros paralizados también recuperaron la movilidad.

Sor Agnes aún sentía en su corazón el ardiente deseo de consagrarse a Dios, fue entonces cuando escucho hablar del Instituto de las Siervas del Sagrado Corazón de Jesús en la Eucaristía, donde ella podría vivir una vida consagrada y permanecer en la sociedad.

Los hechos extraordinarios de Akita comenzaron en 1969: Mientras la hermana Agnes rezaba el Rosario, su ángel de la guarda se le apareció, y le indicó que al final de cada misterio rezara: "Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados; líbranos del fuego del infierno; lleva a todas las almas al cielo, especialmente a las más necesitadas de tu Misericordia".  Ella desconocía esta oración, que la Santísima Virgen enseñó a los pastorcitos de Fátima en 1917. Es así como los mensajes de Akita se relacionan con lo profetizado en Fátima.

Hacia finales de enero de 1973, la hermana Agnes empezó a notar una pérdida de la audición en ambos oídos y el viernes, 16 de marzo, fue llevada a un hospital donde fue diagnosticada con una completa e incurable sordera. 

Durante su permanencia en el hospital, pensaba mucho acerca de lo que haría siendo sorda. Ya no podía enseñar el catecismo ni tampoco deseaba volver a vivir con su familia. Se había consagrado a Dios y, sobre todo, deseaba vivir sólo en Su servicio. Si se lo permitían, se ofrecería a una vida de oración y penitencia en la Casa Madre de las Siervas de la Eucaristía.

 Para el 12 de mayo de 1973, todas las puertas se habían abierto para empezar su nueva vida en total silencio, oración y dedicación completa. Había llegado al convento en la ladera de Yuzawadai, más conocido como Akita.

Sor Agnes y la Santísima Virgen 

El día 12, 13 y 14 de junio de 1973, sor Agnes vio unos rayos luminosos que salían del sagrario de la capilla, posteriormente el domingo 24 de junio, el resplandor era aún más brillante.

El 28 de junio, una herida en forma de Cruz se formó en la palma de la mano izquierda de sor Agnes Sasagawa, causándole un dolor muy fuerte. El 5 de Julio, los dolores de la herida en la palma de sor Agnes se intensificaron y sus compañeras le aconsejaron descansar un poco, sin embargo, a pesar del dolor siguió trabajando y ocupándose de la sacristía de la capilla con el mismo fervor de siempre.

Ese mismo año, la hermana Agnes, recibió tres mensajes; fueron el 6 de julio, el 3 de agosto y el 13 de octubre, provenían de la imagen de la virgen María, a quien ella pudo escuchar a pesar de ser sorda, limitación física de la que quedó curada posteriormente. 

Primer Mensaje

6 julio de 1973, primer viernes de mes. A las tres de la mañana el ángel de la guarda de sor Agnes se le aparece y le dice: "No temas. Soy el que está a tu lado y te guarda. Ven y sígueme. No reces únicamente por tus pecados, sino en reparación por los pecados de la humanidad. El mundo actual lastima al Sacratísimo Corazón de Jesús con sus ingratitudes y sus ultrajes. La herida de la mano de la Santísima virgen María es mucho más profunda que la tuya. Ahora vamos hacia la capilla". Al llegar a la capilla el ángel desaparece. Sor Agnes se arrodilla delante del altar, frente al Sagrario, en adoración profunda. Luego se acerca a la estatua de la Virgen María para mirar la herida que la imagen presenta en la mano. Apenas lo hace, escucha una voz dulce proveniente de la estatua. Sor Inés era sorda, pero de una manera milagrosa recibe un primer mensaje de la Virgen: 

"Hija mía, mi novicia, tú me has obedecido bien abandonándolo todo para seguirme. ¿Es penosa la enfermedad de tus oídos? Puedes estar segura de que serás curada. Ten paciencia. Es la última prueba. ¿Te duele la herida de la mano? Reza en reparación de los pecados de la humanidad. Cada persona en esta comunidad es mi hija. ¿Rezas bien la oración de las Siervas de la Eucaristía? Entonces recémosla juntas: « Sacratísimo Corazón de Jesús, verdaderamente presente en la Sagrada Eucaristía, Yo consagro mi cuerpo y mi alma para que sea enteramente uno con tu corazón que está siendo sacrificado en todos los altares del mundo y dando alabanza al Padre, rogando por la venida de su Reino. Recibe este humilde ofrecimiento de mi ser. Haz de mi como Tú quieras para la Gloria del Padre y la salvación de las almas ». Santísima Madre de Dios, nunca dejes que me separe de tu Divino Hijo. Defiéndeme y protégeme como hija tuya. Amen". "Hija mía, reza mucho por el Papa, por los obispos y los sacerdotes"

Ese mismo día, 6 de Julio, la herida en forma de cruz que apareció en la mano derecha de la estatua de la Virgen comienza a sangrar. El 25 de Julio, Monseñor Ito se dirige al convento para verificar el sangrado en la mano de la estatua. Al día siguiente, la mano de la imagen sangra de nuevo. Esta vez la sangre es más abundante y oscura. Ese día sor Agnes sintió un dolor violento en la herida de la palma de su mano. El viernes 27 de Julio, el ángel le dijo: « Tus dolores terminarán hoy. Guarda con mucho celo el recuerdo de la sangre de María y grábalo en tu corazón. La herida de María tiene un significado muy importante: Ha sido hecha para obtener vuestra conversión, para implorar la paz, para reparar las ingratitudes, ofensas, ultrajes e injurias que Dios recibe. Tengan en gran estima la devoción a la preciosísima sangre de Cristo. » 

Segundo Mensaje

El 3 de agosto de 1973 (primer viernes de mes). "Hija mía, mi novicia, ¿amas al Señor? Si amas al Señor escucha lo que voy a decirte. Es muy importante. Lo comunicarás a tu superior: Muchos hombres en el mundo afligen al Señor. Deseo almas que lo consuelen para suavizar la ira del Padre Celestial. Deseo, con mi Hijo, almas que reparen, con sus sufrimientos y su pobreza, por los pecadores e ingratos"

"Para que el mundo se dé cuenta de su ira, el Padre Celestial se dispone a mandar un gran castigo a toda la humanidad. Muchas veces he intervenido con mi Hijo para apaciguar la ira del Padre. He impedido que vinieran calamidades, ofreciéndole los sufrimientos del Hijo en la Cruz, Su Preciosa Sangre y amadas almas que Le consuelan formando una corte de almas víctimas. Oración, Penitencia y Sacrificios valientes pueden suavizar la ira del Padre. Yo deseo esto también de tu comunidad… que amen la pobreza, que se santifiquen, y recen en reparación de la ingratitud y los ultrajes de tantos hombres". 

"Rezad la oración de las Siervas de la Eucaristía meditando su significado, ponla en práctica; ofrece en reparación (cualquier cosa que Dios envíe) por los pecados. Que cada una se esfuerce según su capacidad y oficio, ofreciéndose enteramente al Señor". 

Después de un silencio le dijo: "¿Es verdad lo que piensas en tu corazón? ¿Estás verdaderamente decidida a convertirte en piedra rechazada? Mi novicia, ¿deseas pertenecer sin reservas al Señor, ser la Esposa digna del Esposo, hacer tus votos sabiendo que debes ser adherida a la Cruz con tres clavos? Estos clavos son: pobreza, castidad y obediencia. De los tres, la obediencia es el fundamento. En total abandono, déjate guiar por tu superior. El sabrá como entenderte y dirigirte". 

Y, continuaron muchos milagros

El sábado 29 de septiembre de 1973, fiesta de san Miguel Arcángel, Patrón del Japón, los milagros se multiplicaron. Mientras sor Agnes rezaba el rosario con otra hermana, la estatua resplandecía con rayos luminosos, envuelta en una luz toda blanca. Al terminar notó que la herida de la mano de la estatua había desaparecido completamente. Y un líquido espeso, como sudor, salía de la estatua. Lo secaron con gasas y algodones. Una vez seca la estatua, los algodones exhalaron un perfume inefable que olía a rosas, a lirios, o violetas... Toda la capilla se llenó de este suave olor. Este perfume duró hasta el 16 de octubre, fecha en que el ángel le había anunciado que cesaría.

Tercer mensaje: Anuncia un castigo a la humanidad

13 de octubre de 1973. "Querida hija mía, escucha bien lo que voy a decirte; informarás de ello a tu superior: la Santísima virgen hizo un corto silencio… « Si los hombres no se arrepienten y no se mejoran, el Padre mandará un terrible castigo a toda la humanidad. Será un castigo más grave que el diluvio, como jamás ha habido otro; caerá fuego del cielo y aniquilará una gran parte de la humanidad, tanto buenos como malos; sin hacer excepción de sacerdotes ni fieles. Los sobrevivientes se encontrarán tan desolados que envidiarán a los muertos. Las únicas armas que quedarán entonces serán el Rosario y una señal dejada por mi Hijo muy amado.... Con el rosario rogad por el Papa, los Obispos y los sacerdotes".

"La obra del maligno se infiltrará, incluso dentro de la Iglesia, de tal forma que se verán cardenales oponiéndose a otros cardenales, obispos contra obispos. Los sacerdotes que me veneren serán despreciados y encontrarán oposición de sus compañeros. Iglesias y altares serán saqueados; la Iglesia se llenará de quienes aceptan arreglos, y el demonio empujará a muchos sacerdotes y almas consagradas a abandonar el servicio del Señor; el demonio atacará encarnizadamente sobre todo a las almas consagradas a Dios.. Pensar en la perdida de tantas almas es la causa de mi tristeza. Si los pecados aumentan en número y en gravedad, ya no habrá perdón para ellos. Recen mucho las oraciones del Rosario....Aquéllos que ponen su confianza en mí serán salvos".

"¿Todavía tienes algo que preguntar? Hoy es la última vez que yo te hablaré con mi propia voz. Desde ahora en adelante obedecerás al que se te envía y a tu superior. Reza mucho las oraciones del Rosario. Solo yo puedo todavía salvarles de las calamidades que se acercan. Aquellos que ponen su confianza en mí se salvarán."

También ella quedo curada

El 13 de octubre de 1974, mientras oraba ante el Santísimo, la Hermana Agnes se curó instantáneamente de su sordera. Ella misma telefoneó a Monseñor Ito y le habló como si nunca hubiera estado sorda. El día siguiente, el médico diagnosticó: « Una facultad de oír normal ». La curación duró seis meses, luego volvió a estar sorda. Dios le pidió que hiciera el ofrecimiento de ese sacrificio. El día de Pentecostés, último domingo de mayo de 1982, sanaría definitivamente durante la bendición con el Santísimo Sacramento. 

Desde el 4 de enero de 1975 comienza la lacrimación de la estatua; fueron 101 veces, hasta el 15 de septiembre de 1981. (Mons. Ito fue testigo ocular de las lágrimas derramadas.) Ese primer día, el ángel se apareció a sor Agnes y le dijo: « No te sorprendas de ver a la Santísima Virgen María llorar. Una sola alma que se convierta es preciosa a su Corazón. Ella manifiesta su dolor para avivar vuestra fe, siempre tan inclinada a debilitarse. Ahora que habéis visto sus preciosas lágrimas, y para consolarla, habla con valor, extiende esta devoción para su gloria y la de su Hijo. »

Así pues, en el milagro de Akita, una vez más nos encontramos con la nuestra Madre, tierna y dulce que bajo el título de Corredentora, Mediadora de todas las gracias y Abogada de pueblo de Dios indica que la Santísima Virgen participó de manera única en la redención de la humanidad a través de Jesucristo.

Cuando se dice María Corredentora, el prefijo'co'significa'con'y no'igual a'. No significa que se esté colocando a María en un nivel similar al de Jesucristo. Sino que se está diciendo que a través de Ella se dio una participación humana única en la redención que hizo Jesucristo, que es el único verdadero Dios y verdadero hombre.

María es invocada como Mediadora de todas las gracias, porque las gracias fluyen desde Jesucristo hacia el pueblo intercedidas por la figura materna de María.

Las 101 lágrimas

El 15 de septiembre de 1981, alrededor de las dos de la tarde, la estatua de la Santísima Virgen María derramó lágrimas por la ocasión número 101. Sor Agnes tuvo una misteriosa visión de una hermosa y majestuosa Biblia rodeada por una luz celestial. El ángel le dio instrucciones para que leyera un pasaje de las Escrituras. En una página abierta de la Biblia, reconoció la referencia: - Génesis 3, 15, entonces, oyó la voz del ángel que le decía, en la forma de un preámbulo, que había una profunda relación entre este pasaje y las lágrimas de la Santísima Virgen María.

El ángel continuó diciendo, "Hay un profundo significado al número 101 con los 101 episodios de las santas lacrimaciones de la estatua de la Santísima Virgen María. Esto significa que el pecado entró al mundo a través de una mujer y que también, es a través de una mujer que la gracia de la salvación entró al mundo. El cero, que está entre los dos « unos », significa; Dios existe desde toda la eternidad hasta la eternidad. El primer'uno'representa a Eva, y el último'uno'representa a la Santísima Virgen María."

Después de la adoración de la Santa Eucaristía, Sor Agnes corrió a la oficina de su director espiritual el Padre Thomas Teiji Yasuda, S.V.D y le pidió que verificara el pasaje. "Abrí la Biblia y encontré el pasaje que tiene el anuncio profético de Dios a Satanás. "Y pondré enemistad entre tú y la mujer, entre tu descendencia y la suya. Ella te pisará la cabeza, mientras tú herirás su talón. De este modo, ya en el Génesis se habla de la criatura más perfecta jamás creada, María." Fue por medio del mensaje del ángel, que se pudo entender el profundo significado de las lágrimas de la Santísima Virgen María.

Esto significa que las lágrimas de la estatua resultaron del objetivo Divino de llamar la atención de todos los Católicos Romanos a los sufrimientos de María al pie de la Cruz como Corredentora. Las lágrimas milagrosas fueron creadas por Dios para enseñarle a toda la Iglesia Católica Romana que la Santísima Virgen María sufrió y lloró como la Madre de Jesucristo en su noble acto de corredención, cuando dio su pleno consentimiento a Su inmolación.

El santuario de Akita está situado a unos 150 kilómetros de Sendai, el lugar más próximo al epicentro del terremoto que devastó el norte de Japón el 11 de marzo de 2011, y que se originó en el mar, creando un Tsunami devastador. Y aunque en la ciudad de Akita, hubo muchos incendios,  y quedaron destruidos algunos edificios, los daños parecen haber sido menores que en otras zonas del país. 

El santuario de Akita, cercano al epicentro, quedó a salvo. Allí la Virgen anunció a la religiosa Agnes Sasagawa grandes catástrofes si el mundo no hacía penitencia.

Apariciones aprobadas por la Iglesia 

El 22 de abril de 1984, Monseñor John Shojiro Ito, Obispo de Niigata, declaró que, las apariciones de Akita son de origen sobrenatural y autorizó en toda la Diócesis la veneración de la Santa Madre de Akita.

En junio de 1988, el Cardenal Joseph Ratzinger, (Benedicto XVI), prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, dio un juicio definitivo en favor de la aparición de Akita y sus mensajes, considerándolos auténticos y dignos de ser creídos. También dijo: "El mensaje de Akita es la continuación del mensaje de Fátima". Por eso se le llama popularmente la Fátima de Oriente, y no solo por lo que dijo SS Benedicto XVI sino también por la coincidencia de las fechas del 13 de octubre.